La acumulación de cerumen es una de las causas más frecuentes de consulta con médico de atención primaria. "La gente tiende a querer limpiar sus oídos porque creen que el cerumen es suciedad. Esa mala información conduce a malos hábitos para la salud de los oídos".
Cualquier obstáculo en el paso del sonido supone una reducción de la capacidad auditiva, es por ello que el tapón de cerumen se considera una pérdida auditiva para quien lo padece. En todo el conducto auditivo externo (CAE) se produce cerumen. La Porción cartilaginosa posee una capa subcutánea bien desarrollada que contiene glándulas ceruminosas que son las cargadas de la secreción sudorípara; glándulas sebáceas que son las encargadas de la producción del sebo, líquido aceitoso que junto a la secreción de la glándula ceruminosa constituye el "cerumen líquido". El tiempo, la solidificación tras el depósito en el conducto junto con la mezcla pelo, polvo y células epiteliales son los encargados de constituir al que llamamos "cerumen". Su producción se estima en 2,81 mg/semana y se elimina gracias al movimiento migratorio de la piel del CAE estimado en 0,07 mm/día.
El cerumen contiene glucopéptidos, lípidos, ácido hialurónico, ácido siálico, enzimas lisosomales e inmunoglobulinas. Existen dos fenotipos: seco y húmedo. El cerumen húmedo, que es marrón claro u oscuro y viscoso, se caracteriza por una alta concentración de lípidos y gránulos pigmentados. El cerumen seco, que es color gris o canela y frágil, expresa bajos niveles de estos componentes.
El cuerpo produce el cerumen (o "cerilla") para limpiar y proteger los oídos. El cerumen atrapa la suciedad, el polvo y otras materias, evitando que entren más profundamente al oído, tiene las siguientes funciones: limpiar, lubricar, defensa frente a bacterias y hongos. Incluso son verdaderas "trampas" para cuerpos extraños. Además existen reacciones inmunes mediadas por anticuerpos protegen el canal auditivo externo de las infecciones.
Ciclo del cerumen. El cerumen se desplaza lentamente por el conducto auditivo externo hacia la apertura del mismo. El desplazamiento es dirigido en parte por el movimiento de la región cartilaginosa del conducto, que se produce con los movimientos de la mandíbula al hablar, bostezar o masticar. De esta manera el cerumen llega hasta la parte más externa del conducto auditivo donde con la limpieza y aseo normales es eliminado.
El problema del tapón de cerumen es ese esfuerzo por eliminarlo y sólo crea más problemas, porque el cerumen simplemente se está empujando hacia dentro y se compacta en el conducto auditivo".
El mecanismo de autolimpieza a veces falla y provoca la retención del cerumen. Hay factores que impiden la expulsión normal de la cera y favorece su acumulación: uso de audífono o hisopo de algodón, conductos auditivos estrechos o deformados, cirugía previa o enfermedades dermatológicas. También es frecuente en los ancianos porque con la edad, la glándula de cerumen se atrofia y las secreciones del conducto se resecan por pérdida de agua.
En el desarrollo de los tapones de cerumen no está en relación con la higiene personal, sino que es un trastorno constitucional que se agrava con intentos erróneos para extraer la cera. Son muchos y diferentes los utensilios que los pacientes refieren usar a la hora del aseo del oído, algodón, clips, horquillas. Otras veces es la excesiva y casi obsesiva práctica de "limpieza" con bastoncillos de algodón (cotonete) la que empuja el cerumen contra el tímpano.
Para ser molesta la oclusión producida por cerumen no tiene que ser completa, basta en ocasiones pequeños acúmulos. La sintomatología depende entonces de la localización y condiciones previas anatómicas de conducto auditivo y tímpano
La influencia del tapón de cerumen en la audición varía dependiendo del sellado del tapón en el conducto y de la longitud del mismo. Tras la sospecha clínica la prueba diagnóstica es la otoscopia. En la otoscopia se observa una masa irregular, viscosa, de consistencia variable, que ocupa total o parcialmente el conducto.
El tratamiento del tapón de cerumen es la extracción que puede llevarse a cabo mediante lavado del conducto o instrumentación.
La mayoría de los tapones de cerumen del oído pueden quitarse mediante lavado. No se le considerara tarea fácil ni tratamiento de rutina, se preparara correctamente al paciente y se tomaran las precauciones convenientes. Pudiendo ser desempeñado por médicos de atención primaria o por personal de enfermería con entrenamiento adecuado. La instrumentación se deja para el especialista quien es el indicado para llevar a cabo este tratamiento.
*Otorrinolaringólogo. Profesor de la Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Eduardo Serna Zetina, Cardiólogo.