La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), informó que tras las pruebas que se le efectuaron al cuerpo sin vida del sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes, fue determinado que éste falleció a causa de un estrangulamiento ocasionado.
El pasado jueves fue confirmado que el padre fue encontrado sin vida en Parras de la Fuente.
De acuerdo al titular de la Subprocuraduría Especial Para la Búsqueda de Personas No Localizadas, José Ángel Herrera, tras los hechos se detuvo a dos personas por el delito de homicidio calificado.
Ayer informó que hasta el momento hay dos personas aseguradas, los cuales son mayores de edad.
"Nosotros hemos podido identificar a las personas que intervinieron en estos hechos, estamos en etapa de la indagación aún, pero estamos cerca de resolver la situación jurídica de estas personas", dijo.
Indicó que hasta la fecha la indagación no ha sido concluida, por lo que después será informado cómo sucedieron los hechos.
Hasta la fecha no se ha podido establecer si entre los señalados y la víctima había algún tipo de relación.
OCULTÓ PGJE MUERTE POR UNAS HORAS
Aún cuando el pasado jueves tenía conocimiento de que el sacerdote había sido asesinado, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), negó que éste hubiera sido encontrado sin vida, al mismo tiempo que aseguró no haber localizado ningún cuerpo.
El día de ayer viernes, Ángel Herrera, confirmó que se tuvo conocimiento de la localización del cuerpo entre la mañana y el mediodía del jueves, periodo en que dijo desconocer del hallazgo.
"Nosotros tuvimos conocimiento del cuerpo entre la mañana y mediodía del día del jueves", afirmó.
Fue a las 10 de la mañana del pasado jueves que trascendió en redes sociales que el padre había sido encontrado sin vida.
Ante ello la Vocería de Comunicación de la Procuraduría General de Justicia del Estado, aseguró que la información trascendida sobre el asesinato, se trataba de puros rumores.
Además, alrededor de las 11: 40 del mismo día, el titular de la subprocuraduría, José Ángel Herrera, dio una entrevista en la cual aseguró que en 24 horas, lograrían tener resultados favorables e incluso que aún seguían en el operativo de búsqueda en vida.
No obstante, unas horas después, la Diócesis de Saltillo, confirmó la muerte del padre, para la cual ofreció una misa.
No fue sino hasta las 5 de la tarde del jueves que la PGJE emitió un comunicado oficial donde confirmó la muerte.
Vivió Diócesis de Torreón un dolor similar hace 17 años
Además de revivir el dolor que hace 17 años sufrió la Diócesis de Torreón con el asesinato del padre José Ignacio Flores Gaytán al interior de su parroquia, la muerte del padre Joaquín Hernández, obliga al resto de los sacerdotes a tomar medidas de seguridad e incluso de reforzar la de sus iglesias, aunque para muchas será imposible dada su condición económica.
El sacerdote y director del periódico Buena Nueva, Rafael López, dijo que la Diócesis de Torreón ya vivió un dolor similar como el que ahora sufre la Diócesis de Saltillo con la muerte del padre Hernández.
“A nosotros ya nos pasó esto. Sabemos del dolor, del sufrimiento, sobre todo con la familia. Una muerte siempre es dolorosa más la de un sacerdote, nosotros estamos al servicio de una comunidad, nos hacemos parte de una comunidad, y claro que la comunidad sufre junto con nosotros y nosotros junto con ellos”.
López comentó que ante este hecho, será necesario hacer un esfuerzo por parte de los sacerdotes responsables de parroquias, para reforzar sus medidas de seguridad, aunque reconoció que muchas de ellas, sobre todo las ubicadas en las zonas rurales que son las más necesitadas, será complicado.
Como iglesia, dice que se exhorta a la ciudadanía a construir la paz, “construir lazos de solidaridad, de fraternidad”. (Guadalupe Miranda)
Califican de lamentable muerte de sacerdote
Como lamentable, calificó la Diócesis de Gómez Palacio el acontecimiento de la muerte del sacerdote en la ciudad de Saltillo, Coahuila, debido a que no es la primera agresión que sufre un religioso en el país.
Por tal motivo, el vicario general de la diócesis, Julio Carrillo Gaucín, destacó que pudiera resultar alarmante la situación y el hecho de que la ola de violencia esté alcanzando al gremio sacerdotal.
“Es increíble como la delincuencia está llegando a estos niveles y alcanzando a las cosas más sagradas; ya no hay temor hacia nadie”, argumentó el vicario y párroco de la Catedral de Santa María de Guadalupe.
Agregó que este tipo de circunstancias que imperan en el país, es por una muy fuerte descomposición social que se está viviendo, debido a la carencia de valores y a la falta de estos mismos en la educación y formación de las nuevas generaciones.
“Como sacerdotes nos duele, de por sí hay muy pocos en México y hay un déficit de vocaciones sacerdotales, por lo que pensamos que este tipo de casos puede llegar a influir para que los jóvenes sigan desistiendo o evitando la vocación de servicio a la Iglesia”, comentó.
Sin embargo, dijo que ante los acontecimientos actuales, los miembros de las diferentes diócesis deberán fortalecerse más, asumir diversas precauciones, cuidar las compañías que se tienen, así como extremar los cuidados pertinentes y sobre todo mantener la prudencia. (Claudia Landeros)
Homicidio. El sacerdote Joaquín Hernández desapareció el pasado tres de enero y fue hallado sin vida el día 12. (EL SIGLO DE TORREÓN)