Fuerza. Aseguran economistas del FMI que México tiene fundamentos económicos.
México enfrenta desde una "posición de fuerza" el reciente episodio de volatilidad externa e incertidumbre sobre las políticas del futuro gobierno estadounidense, coincidieron ayer altos funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El economista del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Fabián Valencia, hizo notar que la inflación se ha mantenido cerca de la meta de tres por ciento, que los inversionistas extranjeros mantienen un "apetito sólido" en el país, y la estabilidad en la teneduría de instrumentos financieros del gobierno.
"México enfrenta este reciente aumento de volatilidad desde una posición de fuerza", señaló Valencia en un foro organizado por el Centro Woodrow Wilson de Washington.
El FMI pronosticó en octubre pasado un crecimiento de 2.1 por ciento para México en 2016, y de 2.3 por ciento para 2017, y documentó una serie de riesgos que afectarían a la baja a la economía mexicana.
El organismo advirtió sobre las tendencias proteccionistas que afectarían el comercio y los flujos financieros en los próximos años, un crecimiento global más débil de lo esperado -especialmente en Estados Unidos-, volatilidad en los mercados financieros, salida de capital y baja producción petrolera.
Valencia hizo notar que la mayoría de los riesgos para México fueron externos, y que se han incrementado desde el anterior pronóstico, y anunció que el FMI publicará en las próximas semanas sus proyecciones actualizadas.
Como reflejo del impacto de los riegos mencionó la depreciación del peso mexicano frente al dólar y la baja de 5 por ciento de la bolsa de valores.
Si el próximo gobierno de Donald Trump en Estados Unidos cumple su amenaza de imponer un arancel de 35 por ciento a México, el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, Robert Rennhack, reconoció que sería adverso, pero consideró prematuro estimar su impacto.
"Aún no es obvio lo que hará la próxima administración, pero obviamente un arancel del 35 por ciento no es bueno, pero no está claro bajo cuál legislación haría eso de manera que minimice el costo para el gobierno estadounidense", señaló durante el foro.
Rennhack señaló asimismo que si bien existe la amenaza de los aranceles, también está en la mesa la posibilidad de ajustar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
"Así que hasta que sepamos con claridad y se defina cual será su política (de Trump), es difícil saber; obviamente será un escenario adverso, pero quizá sólo implique un aumento de la incertidumbre", añadió Rennhack.
El economista Alex Klemm, del mismo Departamento, recomendó a las autoridades tomar medidas sobre la deuda respecto al Producto Interno Bruto, aunque el propio FMI ha reconocido que las autoridades mexicanas buscan reducirlo del 4.7 por ciento en 2014 a 2.4 por ciento para 2018.
"La consolidación fiscal es inevitable para los próximos tres años", indicó.
Desde octubre pasado, el FMI consideró que la creación de un Consejo Fiscal Independiente ayudaría a los esfuerzos de las autoridades de México para reducir su nivel actual de deuda.
México podría demandar a EU
El gobierno de México estaría en posibilidad de demandar al de Estados Unidos ante el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) en caso de imponer aranceles en forma unilateral, señaló el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís Sánchez.
Señaló que las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de gravar las exportaciones de autos fabricados en México a ese país hasta con 35 por ciento o cualquier aumento de impuestos fuera de lo acordado en el TLCAN y la OMC, "de inmediato lo pone en violación de sus compromisos comerciales internacionales".
En conferencia de prensa, el líder de la industria automotriz dejó en claro que en caso de que se impongan gravámenes a los autos que exporta el país a Estados Unidos, México está en su derecho de solicitar un panel de resolución de controversias.
En el caso de los impuestos a vehículos ligeros y pick ups que exporta México al vecino país, el TLCAN considera cero arancel, mientras que los compromisos de Estados Unidos ante la OMC son de 2.5 por ciento de máximo impuesto para vehículos ligeros y de 25 por ciento de máximo para camionetas.
"Cualquier cosa distinta se constituiría una violación a estos instrumentos", remarcó Solís Sánchez.