Carencias en clínica
Realidad y común denominador del sector salud en Coahuila: por prevención acudo de manera periódica a chequeo de la presión arterial a la clínica del sector salud más cercana a mi domicilio.
He acudido en diversas ocasiones a la clínica rural de la SSA ubicada en el ejido La Joya, municipio de Torreón, Coahuila, para que me tomen la presión y en diversas ocasiones me han dicho que no cuentan con el equipo para ello.
En dicha clínica me informaron que tienen más de cuatro meses que carecen del instrumento y de una amplia gama de servicios.
Ahí me informaron miembros del grupo de ayuda mutua compuesto por hipertensos y pacientes diabéticos, que ellos tienen que comprar sus medicamentos y equipo para tomarse la presión porque únicamente les proporcionan la consulta, la receta y les dan orientación.
Aquí cabe la aclaración para las autoridades que con frecuencia escuchamos sus declaraciones sobre la atención y cobertura de atención así como de las inversiones que según ellos aplican, ya que en esta clínica lo que se observa es una total carencia y abandono de la autoridad.
Lo anterior lo enfatizo ya que como es posible que se carezca de un equipo tan necesario como lo es para la toma de presión, ¿entonces en la consulta cómo se le hace?, para que se determinen los signos vitales del paciente y ¿qué hacen en estos casos cuando les llega un paciente cardiaco?
Me enteré también que los empleados de dicha clínica anteriormente llevaban prestado de ellos algún material e instrumental médico, para atender a los pacientes, pero dijeron que dejaron de hacerlo al averiarse dicho equipo y porque eso fomentó que la autoridad empeorara más en el suministro de medicamentos y equipo.
Ojalá reciban los usuarios de esta clínica una respuesta por lo menos a estas necesidades y abandono institucional.
Felipe Aguilar García,
Torreon, Coahuila.
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Agarran parejo
Para los mexicanos es bien sabido que la burocracia en el país es perniciosa, -literalmente y con mayúsculas-. También sabemos que este fenómeno es común en toda nuestra geografía y en todos los niveles de gobierno.
Entre más trabas pongan para un trámite o la solución de un problema, más cara se cotiza la “mordida”, gratificación, “moche”, comisión o como usted quiera llamarle. Se dice que en México todo se puede y que “con dinero baila el perro”.
Hay que considerar que la regla es confirmada por la excepción, ya que también hay burócratas -muy pocos- honestos y con sentido del deber, en quienes ciudadanos hartos del estatus en ocasiones descargan su furia acumulada y molestia contra ellos.
Uno de esos seres excepcionales, trabajador del IMSS, me relató que una ocasión un derechohabiente se desquitó con el gritándole “¡por mí tragas!”… tampoco.
Francisco Benavides Beyer,
Cuernavaca, Morelos.
