Sátira política
Érase una vez, en un país cuyo nombre no quiero acordarme, era gobernado por un presidente que se multiplicaba a través de sus ciudadanos, su oficio era cambiar el miedo por la esperanza, su orgullo se encontraba en el trabajo, no en el empeño a colgarse medallas, era tal su lucha por una transformación de fondo, sin tabúes y limitaciones, que todos querían estar a la altura.
En su pueblo había poco optimismo y de lo bueno casi no se contaba, pero lo que si contaba, y mucho, era el presumible país con una gran estabilidad institucional, desde ya hace ochenta años existe una estabilidad política, y esto se debe sólo a un partido tricolor, exclusividad otorgada a los ciudadanos quienes eligieron a sus representantes. Ahora le piden que encierre a los gobernadores que saquearon a sus estados. Y él les contesta. ¿Tú que harías en mi lugar? Si al presidente no corresponde procesar a los funcionarios. ¿O sí? Es en serio, es pregunta, es que la verdad no sabe.
Tenía hasta cierto punto aires de poeta, ay van unas letrillas de su ronco pecho: Pemex no se vende ni privatiza, al contrario, se fortalece y moderniza. Aplausos, perdón, se me olvidaba que no aplauden. El no llegó a la presidencia para ganar popularidad, digo, que se paguen siete mil millones para promover su imagen no significa querer popularidad, significa cambiar al país.
Hubo un año que prometió había acabado con los gasolinazos, y hasta eso, hubo varios meses sin subidas. Argumentó. Pero nunca prometió que el precio de la gasolina no fuera a subir. Incluso hizo 266 compromisos que firmó ante notario, y se han cumplido 102 de ellos. Y todavía preguntan si los quiere. Válgame dios.
Muchos creen que durante los viajes oficiales se va de vacaciones, pero no es así. Ya su declaración patrimonial es pública, y sin tener obligación de hacerla, lo hizo. Sobre un supuesto plagio sobre su tesis, el recuerda perfectamente como la hizo. Estoy convencido de que somos parte de un mundo global, y les reitero que la buena relación entre dos países pasa por la buena relación, quesque van a pagar un muro, no hay forma que su país lo pueda pagar. Miren, a otras economías les ha ido peor, no sabe de qué se quejan, no se puede pedir justicia actuando con violencia. Aparte la corrupción hay que reconocer que es una debilidad de orden cultural. Y más que una crisis de carácter financiero es una crisis de confianza, y señala que es el desarrollo económico lo que facilita el crecimiento del desarrollo económico.
No me levanto pensando en cómo joder a México. Se levanta pensando en México y los mexicanos, no sabrá cuánto cuesta un kg de tortillas, pero eso tiene justificación, pues no es él la señora de la casa.
Por último les digo, no se me olvida la frustración de millones de jóvenes, y como le dijo una vez a Rosario; no se preocupen, nuestro objetivo es acabar con el hambre. Y como a mí ya me está dando hambre, les dejo a su amigo atlacomuniquense dos años más. Denle espacio a la crítica, pero nunca pierdan el optimismo de su corazón, su presidente trabaja construyendo una mejor nación.
Hecho con extracto de frases presidenciales. Nada de lo que se comenta es frase del autor.
Armando Fernández,
Comarca Lagunera
