Mitos económicos
Con mucha frecuencia escuchamos frases como “los menos favorecidos de la fortuna” para las personas que tienen pocos ingresos o no ganan lo suficiente, sin embargo el nivel de ingresos no depende de la suerte, o al menos en la mayoría de los casos, sino de la preparación y de las elecciones que tomen las personas.
Otra frase muy frecuente es la de “devolver” de lo que se tiene al país o a la sociedad, y aquí parece que se obtuvo algo indebido y no por el esfuerzo y sacrificio de la persona, en el mismo tenor de cosas está el que el que más gane más pague, o que pague lo justo, y cuando se compara con las personas que no pagan nada es imposible establecer comparaciones, en cuanto a devolver lo que el país te ha “dado” pues la verdad es que en la mayoría de los casos se logró con esfuerzo y venciendo trámites y dificultades incontables que no corresponden con la idea de obtener algo sin esfuerzo.
La justa distribución de los ingresos, en una economía de libre mercado no es por decreto sino por lo que cada uno contribuye a la economía. El mayor error posible en los casos de desigualdad, es pretender con más impuestos recaudar más para repartir más; y lo que se logra es desanimar las inversiones y la creación de nuevas fuentes de trabajo, lo que hace es estancar la economía para perjuicio de todos.
La idea de que un mejor ingreso contribuye a menos delincuencia, puede tener algo de sustento, pero hay otras causas que seguramente influyen más como la educación que se recibe y el “ejemplo” que nos dan las autoridades y por desgracia también algunos empresarios.
Cuando se habla de lo injusto que es lo que ganan grandes empresas comerciales, se olvida los empleos que ofrecen y los beneficios de mejores precios, ya que no hay empresa de éxito que no ofrezca un bien o un servicio a las personas de calidad y a un precio que se está dispuesto a pagar por lo que se logra un beneficio para la comunidad.
Antes de emitir un juicio acerca de estos enunciados debemos analizar y ver lo que hay de cierto.
Raymundo Portilla,
Torreón, Coahuila.
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No basta votar
A menos de un mes para que se decida mucho del futuro de Coahuila, aún muchos no vemos que candidato puede darnos confianza de que al llegar al poder velará por el pueblo y no por su grupo o sus compromisos en lo “oscurito”.
Sin embargo es importante, sea el resultado que sea, que nosotros como ciudadanos no nos alejemos (como siempre) de las acciones de los gobernantes, quienes ven sus puestos como un botín, gracias a que nos desentendemos y dejamos que hagan y deshagan.
Nuestro compromiso como ciudadano no acaba con emitir el voto y ya, sino también con permanecer pendiente y exigir claridad en el actuar de los servidores públicos.
No dejemos que los políticos nuevamente nos lleven entre las “patas”, sólo para beneficiarse y olvidarse que quien los puso ahí somos nosotros.
Salvador Calderón.
Torreón, Coahuila.