Carta para los que se van
Carta para los que se van, los que vienen, y el pueblo, gobernador, diputados, alcaldes, regidores, síndicos, llegó la hora de decir adiós; es evidente que no les es fácil.
Deben aceptar que el pueblo quiere un cambio y la respuesta en su mayoría es inevitable. Ustedes ni son el alfa y el omega ni el poder superior o los mesías resucitados, son humanos con sus propias limitaciones y conflictos internos a los cuales le corresponde sólo a usted enfrentar, pero que no deben afectar a un estado y municipios, muchos nos cansamos de su intolerancia y soberbia, de su superego, de sus locuras.
Que lástima que no pudieron sacar y manifestar su parte humana como para dar lecciones invaluables, en particular a los jóvenes respecto de cómo deben ser tolerantes y sabios.
Les toca retirarse, los coahuilensas somos testigos de uno de los procesos electorales más controversiales de nuestra historia.
Amenazan con quedarse, ya acéptenlo, los coahuilenses podemos arreglárnoslas sin ustedes, aprendan a perder y dejen de aferrarse al poder con obsesiva desesperación; cumplieron su ciclo y quedaron debiendo, se irán algunos fuera del país, del estado y municipios, disfrutarán de una vida confortable mientras muchos no tendremos lo necesario porque no habrá dinero, no es justo.
Gobernador, diputados, alcaldes, regidores, síndicos, por hoy tienen los candidatos un duro trabajo para canalizar en votos el descontento que ha generado los doce años del moreirismo, pero recuerden atraer el voto con la estructura del actual gobierno en el poder no les otorgará el triunfo.
Un reto sustancial que va más allá de su presunción, su soberbia, el dinero, el poder es el de la integridad la ética y responsabilidad ante la historia.
Traicionaron su compromiso de luchar por la democracia la libertad y el derecho a prosperar de cada coahuilense en un estado solidario con los que menos tienen.
No es una autoridad la que usa gafas y todoterreno y que guardaespaldas y edecanes vuelven inaccesibles.
Coahuilenses, nosotros tenemos una responsabilidad histórica; asumamos nuestro rol de ciudadanos miembros activos de la sociedad y no sólo espectadores, seamos conscientes de nuestros derechos y obligaciones para convertirnos en una sociedad organizada cuyas acciones permitan que el Estado, libre, soberano e independendiente de Coahuila de Zaragoza evolucione y fortalezca su democracia extirpando zánganos dictadores.
Contribuyamos a ser unas sociedades más equitativas y justas, responsabilicémonos por todos los niños coahuilensas garantizandoles óptimas condiciones de salud, educación y protección, para que se conviertan en jóvenes y adultos felices sin importar origen social.
La reducción de las desigualdades sociales es la principal vía de reducción de violencia; exijamos a los gobernantes cumplir su parte, pero nosotros también comprometámonos a cumplir la nuestra.
Alberto Lara Noriega,
Comarca Lagunera.