Nuevo capítulo de Eva
Hacía tiempo, (desde el video de “El señor de las ligas”: René Bejarano), que no veíamos en televisión un acto de corrupción tan descarado como el “donativo” para la campaña de López Obrador, que le dan a la diputada con licencia Eva Cadena; luego, el “moche” para que apoye una iniciativa de ley, a favor de ciertos empresarios. Total que ese pecado de corrupción ya no tiene nada de original, pues además de estos dos videos hay otros similares, en los que ella sigue llenando bolsas con dinero. ¿Quién lo envía? ¿Por qué no se ve la cara de quién hace la entrega? Tal acto pareciera ser un montaje político para desprestigiar a Morena como partido político, y más a su presidente; pero tal montaje, si así lo fuera, con autoinmolación de una diputada con licencia para contender como candidata (por Morena) a la presidencia de Las Choapas, Veracruz, no tiene razón de ser.
Tal acto es irracional, incomprensible, ilógico, incongruente, insólito, inédito, y vaya usted a saber. La única razón posible sería: “Vean como de inmediato, en Morena, procedemos contra los corruptos, así sea de nuestro propio partido”.
Hablar de Eva Cadena Sandoval es como retratar el ingreso y ascenso en la carrera política de cualquier persona, carente de principios morales, sin importar religión, edad, ni sexo. Eva Felícitas Cadena Sandoval no es una perita en dulce, pues siendo dirigente del PAN en 2006, y a raíz del asesinato de su amigo, el regidor panista, Alfredo Pérez Juárez, abandonó el partido; y en 2008, en el ayuntamiento de Las Choapas aceptó la suplencia de Orfelina Galindo (viuda de Pérez Juárez) como regidora priista, a quien le ofreció un soborno de 48 mil pesos semestrales (para un total de 240 mil pesos) para que le dejara la regiduría, trato que no cumplió y fue demandada en juicio mercantil.
Así, de pronto, en el torbellino político la vemos ocupando una curul como diputada, y ya “picada” dijo: “voy por la presidencia de Las Choapas”, por Morena. ¡Y ese fue su error!, pues, o fue “chamaqueada” por ingenua, o realmente está participando en una farsa a favor de López Obrador con sacrificio de una alcaldía a cambio un cargo en el soñado gabinete de 2018.
La telenovela del pecado original de Eva Cadena, (“Las bolsas de Eva”) no fue tan original, sino secuela de “El señor de las ligas”, y ahora en sus nuevos capítulos involucra a más personajes como a la operadora financiera de AMLO, papel protagonizado por Rocío Nahle García, coordinadora de los diputados federales de Morena, (en San Lázaro) quien a su vez señala a Ana María Winckler, hermana del procurador del estado de Veracruz, como la proveedora de López Obrador.
Como podemos ver, en cuestiones de corrupción, donde quiera se cuecen habas; y en México, la política mexicana es como la casa del jabonero, el que no cae, resbala.
En ese sentido, a López Obrador le conviene evitar la crítica, la burla, la sorna, la ironía hacia los que no piensan como él, porque no sabe cuándo tendrá que lidiar con esos mismos problemas (corrupción, impunidad, nepotismo, nexos con el narcotráfico, etcétera) de los que se jacta estar vacunado. Mejor es quitar la viga en el ojo propio antes criticar la paja en el ojo ajeno.
Héctor García Pérez,
Comarca Lagunera.