Alzó la voz un grupo de damas
Si, como si fuera una sola, un grupo de damas laguneras empezó alzando la voz en Mujeres por Torreón, Asociación para la Defensa del Ambiente y en una asociación totalmente apartidista llamada PC 29 Laguna que ya lo forman también hombres.
Como miembro colaborador fui invitado junto al conocido activista Ricardo Segura Montaña.
Mujeres valientes, decididas y patriotas que como esposas, madres y abuelas y algunas jóvenes solteras, tienen múltiples ocupaciones y la naturaleza de la mujer mexicana, pero esto no les impide darse un tiempo para luchar por su comunidad.
Han tratado con políticos déspotas y prepotentes y hasta con de origen porro y conservando su integridad y educación no rehúyen la reunión con ellos, cuestionándolos en forma correcta, pero estricta como ciudadanas independientes y alentando siempre la participación ciudadana, otrora muy pobre y ahora haciendo un frente común con otros organismos no gubernamentales la cada día más creciente participación del ciudadano.
Han difundido junto a otras organizaciones, el papel que debe tener el mandatario elegido por el mandante al que por muchos años no se la ha dado su lugar, debido a un sistema político autoritario y corrupto.
No ha sido fácil su papel, y el desgaste para ellas no existe y han reemplazado muchas de sus reuniones sociales por las labores que exige el grupo de PC 29, que ha integrado con éxito, también a varones.
Jesús Humberto Orduña R.,
Ciudadano lagunero.
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Poema a los gigantes caídos
¡Oh! vetustos gigantes vegetativos,
Que por mucho tiempo adornaron las avenidas, parques y jardines de nuestra ciudad,
pues fue la mano divina la que les dio la vida,
y es la mano del hombre la que les dio la muerte.
Ahora yacen en pedazos en el suelo inerte,
producto del filo del hacha, la sierra y el machete.
Por varias décadas brindaron refugio a nuestras aves,
y alimento a nuestros niños,
ese fruto jugoso, tan dulce y delicioso lleno de energía
Me pregunto ahora... ¿quién llenara sus huecos?,
que como heridas sangrantes
nos ven palidecer ante crucial tragedia
Las calles están desiertas,
bajo el ardiente sol del mediodía.
Ya no hay palmas, ya no hay sombra,
que guarezcan a nuestras aves y sus polluelos,
pues existen seres más inteligentes que nosotros
que nos dan la vida, que nos dan la muerte.
Preservemos el medio ambiente plantando árboles de la región y cuidemos el agua.
Armando Velázquez Vázquez.
Torreón, Coahuila.