¿Y el Metrobús ’apá..?
Ya empezaron las primeras manifestaciones y molestias ocasionadas por la lentitud en el avance y aparente falta de planeación en las obras del Metrobús, como muestra de que nuestro gobierno no sabe trabajar en beneficio de nuestra comunidad, pero sí en beneficio de obscuros intereses de los que a nadie da cuenta ni razón. La falta de capacidad de quienes nos gobiernan y el poco interés que tienen sobre nuestras necesidades, nos hace aventurar unas obras de pronóstico reservado y para muestra “varios botones”:
El malhecho Distribuidor Vial Revolución, que fue destruido y que costó algunas vidas, se volvió a levantar con una inversión millonaria por culpa de funcionarios inútiles de aquellos tiempos; El Nudo Mixteco que sufrió modificaciones en su diseño y que se terminó en un largo tiempo; las obras inconclusas del Vado sobre el lecho seco del Río Nazas; la gran plaza y su presidencia municipal cuyo costo se multiplicó por la “jugosa y lasciva” compra de sus terrenos aledaños y los errores de diseño que alentaron la construcción de su famoso estacionamiento; la reconstrucción del puente Villa Florida sobre nuestro periférico; el alumbrado público; las pérdidas económicas y todas las molestias que resintieron los comerciantes del muy renombrado Paseo Morelos; las obras inconclusas que actualmente existen por toda la ciudad de las que nadie da la cara al igual que el inservible drenaje fluvial que hace bastantes años nuestros muy cobardes funcionarios municipales prefirieron sepultar a lo largo del bulevar Revolución hacia el oriente.
El proyecto del Metrobús nació hace como cinco años en las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Regional representada en aquel entonces por Miguel Riquelme y nada tuvo que ver EPN que apenas era candidato presidencial. Un proyecto que costó alrededor de cuatro millones de pesos del Fondo Metropolitano 2009 y su objetivo principal es beneficiar a miles de ciudadanos que no tienen un medio propio y pasan largo tiempo a bordo de deteriorados camiones para ir a la escuela o al trabajo. Con lo que costó y dada la importancia que tiene para nuestra comunidad, creo que debería ser del dominio público su inversión, su estructura, su alcance, sus ventajas –si las hay- y desventajas, de sus actores, tiempos y puntos de construcción y de tantos factores que debieran ser más precisos y puntuales, considerando que sus obras ya se pusieron en marcha desde mediados del año pasado.
Sabemos que es una obra con un costo estimado de un mil quinientos millones de pesos y que un poco más de la mitad se destinará para estructura vial, un 20 % será de inversión privada para construcción de terminales, estación de gas, terreno de parabuses, pasos peatonales, etcétera y un poco más del 25 % lo aportarán los transportistas para la compra de nuevos autobuses.
Dada la poca capacidad de nuestros funcionarios públicos para trabajar en proyectos importantes, además de la facilidad que ellos tienen para encontrar excusas y justificaciones, me surgen algunas dudas, por ejemplo: Si el proyecto tuvo un costo de 4 millones de pesos y dado que ya las obras iniciaron formalmente, ¿por qué no se hace público el detalle de todo el proyecto, incluyendo diseños, equipo e instalaciones complementarias, sedes, responsables, planos, renders, maquetas, autobuses, inversionistas, contratos, licitaciones, proveedores, costos, cronogramas, etcétera?
Juan Antonio Aguilar Tello,
Torreón, Coahuila.
(Nota editada por razones de espacio)