Premios y multas
Las autoridades electorales de Coahuila, quieren y no. Por una parte ya entregaron “el premio mayor” a uno de los candidatos, esto es, la constancia de mayoría para el cargo de gobernador para los próximos seis años; Riquelme, con mano temblorosa trae su constancia, pero puede más el circo y el sainete que le orquestaron los Moreira que el resquemor fundado de que el tribunal lo deseche. Hay que fingir demencia para ver si pega el chicle de su madruguete politiquero. Pero, por otro lado, apenas con una vocecita de inocente le aplican una multa que evidencia la violación que hizo su partido a las leyes electorales, me refiero al monedero rosa que entregó para comprar y condicionar el voto. De esto último el candidato y ahora gobernador electo no quiere saber nada.
Triste papel de los actores electorales que a sabiendas y a plena luz del sol se les demuestra la sarta de pillerías que todos sabemos que cometen- desde que el pri nació- siguen su circo y mascarada de lucir legitimidad en sus trayectos políticos. Por un lado le dan el premio, pero por otro sancionan con una pena que da risa, pero lo importante es que evidencian lo sucio de su actuar, sus enjuagues son de sobra conocidos y así se sienten palomas blancas que quieren ser dignas de toda confianza.
Ese es el panorama que el ciudadano comprueba, que ve y observa por parte de quien da formalidad a los actos electorales; uno le da el gran banquete de su vida a quien defraudó y corrompió para llegar al poder - si es que lo confirman- y otro, por una estrecha vereda le aplica una sanción ridícula por cometer delitos electorales, como quien dice, para tranquilizar la conciencia del cochupo que comete la autoridad electoral, como dice el refrán popular: “para taparle el ojo al macho”.
Pobre pueblo, pobre ciudadanía que la truquean a plena luz del día, pero que no puede cambiar estas cosas tan comunes en nuestra vida cívica y ciudadana desde hace muchos años. Seguramente la deuda de Coahuila se echará de nuevo en el olvido y vendrán otros muchos años de falta de desarrollo y progreso, pero sobre todo de ausencia de justicia!
Miguel Ángel Hernández
Torreón, Coah.
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Lógica ilógica
Los números cuadran. Según cálculos gubernamentales publicados en medios, el costo estimado de la reconstrucción por el efecto de los terribles sismos que azotaron nuestro país serán del orden de los 37,000 millones de pesos,cifra monumental de recursos que generara estratosféricas utilidades para los empresarios constructores y proveedores de suministros relacionados con la restauración de los daños materiales y afectaciones por el fenómeno, quienes ya se frotan las manos y se lamen los labios por los beneficios inminentes que obtendrán, sin olvidar a los bendecidos por los diezmos.
Si la cifra proyectada fuera real o aproximada, comparada con el costo de la tristemente célebre Torre denominada “Estela de Luz”construida en el sexenio pasado, cuya inversión según notas periodísticas fue de 1305 millones de pesos, es equivalente al 3.5% del gasto estimado para la reconstrucción de la devastación causada por los recientes terremotos, cantidades fuera de toda proporción si se toma como base el porcentaje referido. ¿Mano negra, números frívolos o Pitágoras se equivocó?
Francisco Benavides Beyer
Cuernavaca, Mor.