La comparsa legislativa no cambia de tonada
Para cualquier ciudadano, sin distinción de sexo o credo (religioso), hoy por hoy, hacer política es la actividad más lucrativa, en términos generales, sin importar el nivel cultural ni su experiencia; basta con su lealtad al Partido oficial. Y si sus relaciones públicas son buenas hasta puede sacarse la lotería. En otras palabras: la política como práctica social, como ciencia y como arte es el camino más corto (de tres a seis años) para acumular una fortuna millonaria. Y el trabajo que se debe realizar es relativamente sencillo; ni siquiera puede calificarse como intelectual; y a veces ni siquiera requiere inteligencia social, con la suerte de tener un compadre o un padrino en la política es suficiente.
Entre los puestos más básicos de la política, el de regidor es uno de los más codiciados, para quienes quieren enriquecerse fácilmente; pues aunque el sueldo asignado puede no ser atractivo, las prestaciones, compensaciones y los ingresos extra hacen de cualquier regidor una persona solvente. Cada alcalde municipal tiene su pandilla, perdón plantilla de regidores, y ganan un promedio de cien mil pesos mensuales, ¡Y hay regidores que ni el bachillerato terminaron!
Ya en las esferas más altas del poder están los diputados locales, que son quienes integran el congreso de cada estado y se encargan de “legislar”, por decirlo de alguna manera, ya que en realidad productivamente son una carga económica para el pueblo que paga sus altos sueldos. El sueldo varía de estado a estado y de diputado a diputado; pero en 2010 en el Estado de México ganaban un promedio de 235 mil pesos, incluido ya su sueldo base que era de 70 mil pesos; el resto era por prestaciones, servicios por desempeño en comisiones y gastos “justificados”. Si eso ganaban hace siete años, ¿cree usted que ellos mismos se hayan bajado los sueldos? Perdón por esa pregunta inapropiada.
¿Cuánto gana un diputado federal? ¿Cuánto, un senador? No, no haga corajes. Sólo piense que ellos mismos se asignan su sueldo y sus prestaciones. ¡Ah!, y no se compare con ellos. Ellos están ungidos por el poder PRIsidencial. Usted, igual que yo y toda la ciudadanía “común y corriente” somos diferentes a ellos. Nosotros nos comportamos con eso que se llama decencia, honradez y tenemos dignidad.
Mire usted el triste papel que hacen los diputados del congreso de Coahuila, andan todos muy oficiosos, con excepción de los pocos panistas, siempre tratando de adular al Señor gobernador Rubén Moreira, ahora mismo siguen la consigna de designar magistrados.
Pareciera que la consigna es clara: Blindar a los Moreira; pues de otra forma no se concibe ese afán tan desmedido en designar magistrados para el nuevo Tribunal del Poder Judicial del Estado. Esta designación no tendría nada de irregular; pues es parte de su trabajo; el problema es que pretenden blindar a los Moreira ante las instancias judiciales de cualquier delito que hubiesen cometido durante su ejercicio en el poder, nombrando a Iván Garza y César Saucedo por un período de 15 años. ¿Leyó bien? Quince años vivirán como reyes a expensas del sufrido pueblo coahuilense. Eva de la Fuente y José Ignacio Máynez, sólo se sacaron un cachito de lotería, pues fueron nombrados magistrados numerarios del Tribunal de Conciliación y Arbitraje por seis años. Lo que ha generado polémica entre la ciudadanía es que los cuatro magistrados son gente allegada a los Moreira.
Héctor García Pérez
Comarca Lagunera