Iván el 'Pollo' García está muy motivado por la próxima llegada de su hija Ivana. (Agencia El Universal)
Los clavadistas mexicanos Germán Sánchez e Iván García confían en las manos del ortopedista Scott Rodeo como las más capaces para que regresen de la mejor forma a la plataforma de 10 metros.
Los medallistas olímpicos han sido tratados por el médico estadounidense en Nueva York. Sánchez fue operado del hombro derecho a mediados de diciembre pasado, mientras que el "Pollo" tendrá una cirugía en las rodillas el último día de este mes.
El bisturí no asusta, al contrario, sirve como una herramienta de fortalecimiento. "Si no estoy completamente recuperado, me encuentro en la forma que debería", explica Germán, ganador de dos preseas olímpicas de plata. "Todo va bien".
García acepta que se encuentra en un receso, pero que no pierde ningún minuto de su tiempo. "Tengo fe, confianza y mucho apoyo por parte de la Conade, mi equipo de trabajo y de mi familia".
Ambos atletas ya cargaban con molestias en 2016, pero los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro impidieron un tratamiento más temprano. 2017 pinta para un año de recuperación y planeación para las competencias que se aproximan: Juegos Centroamericanos en Barranquilla, Panamericanos en Lima y en 2020, la nueva justa olímpica, en Tokio.
"Sé que suena todo muy alejado", comenta Germán. "Pero el tiempo pasa muy rápido. Ves a las nuevas generaciones que vienen muy fuertes. No hay tiempo de echarse a la hamaca. Hay que aprovechar la experiencia para estar fuertes".
El objetivo de Germán está claro: el tricampeonato en los Panamericanos. "Es la prioridad. Gané en Guadalajara, en 2011, y en Toronto, hace dos años. Quiero uno más".
García tendrá que esperar todavía un tiempo para volver a subir a la plataforma. Problemas en los tendones de las rodillas molestan al tapatío, quien se perderá el Mundial de la FINA en Budapest en julio próximo. "No es algo lamentable. Ya sabía que no iba a asistir. Después de muchos años de entrenamiento, es bueno descansar".
El "Pollo" hará todo lo posible por tomar ese avión rumbo a Hungría, pero está consciente que su salud es primero.
"Existe una posibilidad. Están las pruebas mixtas, donde sólo tiras tres clavados y tu compañera otros tres", añade.
A pesar de ser "un chavo al que le gustan mucho los retos", el atleta analiza su estado físico. "La exigencia será lo más complicado porque quedará poco tiempo. Ni yo ni las personas a mi lado se merecen que no compita al 100 por ciento".
Los clavadistas afirman que el trabajo físico ya les ayuda en su rehabilitación. Germán ya práctica gimnasia y su flexibilidad; Iván utiliza ejercicios básicos de pierna para no perder la fuerza.
Ser parte de la mejor generación de clavadistas que ha tenido el país los mantiene como figuras para los nuevos aspirantes al trampolín o a la plataforma.
"Hay un nuevo pensamiento con los jóvenes", explica García. "Ya no se motivan con ganar medalla en los torneos nacionales, como yo en mi época. Ya aspiran a una presea en Juegos Olímpicos".
"A los nuevas camadas se les enseña a dar lo mejor", agrega Sánchez. "Pero ya se les facilita las cosas para que lleguen antes a las metas. No se les complica tanto como cuando yo empecé".
Ver a tanto talento les da un empuje extra de motivación. "A muy pocos les llegan las grandes oportunidades que te da la vida por el mismo sacrifico. Ganan ellos, ganamos nosotros y gana el deporte en México", concluye Germán.
El 30 de julio de 2012, Iván García conquistó la medalla de Plata en la Plataforma de 10 metros sincronizados, lo mejor que le ha pasado en la vida... o eso pensaba.
'Viene lo mejor, viene Ivana'
"Estaba equivocado. Ya viene lo mejor. En unos meses llega Ivana", dice el tapatío emocionado al pronunciar el nombre de su bebé.
El "Pollo" acepta que nunca ha cambiado un pañal y que Paola Espinosa, su pareja y la madre de su hija, tampoco. "Toca aprender con amor".
García comenta que fue la doble medallista olímpica fue la que eligió el nombre. "Paola lo escogió. Le gusta y es fuerte".
Con una niña en camino, el saltarín tendrá una motivación aún más grande. "Ser padre me dará una ventaja sobre la plataforma", dice el "Pollo" y aclara el sueño que comparte con Espinosa. "Papá y mamá se ven en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y a Ivana en las gradas con todo su apoyo".
El clavadista no asistirá al Mundial de la FINA, el próximo julio por una cirugía que se realizará en las rodillas, pero no le preocupa ya que estará en el nacimiento de su pequeña.
El tiempo de recuperación de Iván antes de subirse a la plataforma podría tardar seis meses. Lapso perfecto que le permitirá pasar más tiempo con la recién nacida.
Las responsabilidades crecerán para el "Pollo" que las tomará con gusto por Ivana. "Será una niña muy amada por muchos porque así nos caracterizamos".
Por último, confiesa que de haber sido niño, el nombre hubiera sido Paolo Lionel, por Paola Espinosa y Lionel Messi, ídolo del clavadista.