Protesta. Uno de los grandes problemas del penal de Puente Grande es la sobrepoblación.
Unos 100 reclusos del Centro Federal de Readaptación Social número 2 Occidente, con sede en Puente Grande, Jalisco, iniciaron una huelga de hambre para protestar contra los presuntos malos tratos dentro del penal, pues argumentan que desde la llegada de José Vélez Laredo como nuevo director, en febrero pasado, la situación se ha agravado.
Por la mañana unos 50 familiares de los detenidos -en su mayoría mujeres- protestaron con cartulinas afuera del penal para exigir una audiencia con el funcionario, pero éste nunca salió; después de un par de horas los manifestantes se retiraron. Tras la manifestación, organizaciones defensoras, como el Colectivo contra la Tortura y la Impunidad y el Comité de Defensa de los Derechos Humanos Fray Francisco de Victoria, señalaron que esta situación también coincide con la llegada de Salvador Camacho Aguirre a la Coordinación de los Penales de Mediana y Alta Seguridad, quien fue cesado de la Policía Federal por uso excesivo de la fuerza en Tanhuato y Nochixtlán. Familiares señalaron que les prohíben salir a la hora de la comida durante 20 o 30 días, les impiden hacer llamadas, entorpecen los amparos, los obligan a adoptar posturas incómodas por largos períodos.