Contra todo. La condena del viernes enfureció a sus seguidores, muchos de los cuales dijeron estar en estado de shock por el veredicto.
India se encuentra en alerta ayer tras los violentos disturbios que estallaron después de que un tribunal declaró a un líder religioso culpable de violación, choques que dejaron al menos 36 muertos y por los que entre 600 y 800 personas fueron arrestadas. Autoridades indias dieron a conocer ayer sábado el saldo de los enfrentamientos registrados la víspera en las calles de la ciudad de Panchkula, en el estado de Haryana, norte de India, donde fue impuesto el toque de queda para tratar de controlar la situación.
Miles de personas causaron estragos en la ciudad después de que una corte local declaró al polémico gurú Ram Rahim Sing, culpable de violar a varios de sus seguidores, por lo que la policía, el ejército y unidades paramilitares fueron desplegadas a través de Panchkula para contener a la turba. La policía de la ciudad informó que entre 600 y 800 personas fueron arrestadas desde ayer y afirmó que las fuerzas de seguridad llevan a cabo búsquedas en los centros religiosos pertenecientes a la secta de Sing, Dera Sacha Sauda, para decomisar todo tipo de armas.
Además, las calles de toda la ciudad están siendo patrulladas, aunque ayer sábado permanecen en relativa calma y despejadas de manifestantes leales al gurú, debido a que se mantienen las restricciones para realizar asambleas o reuniones públicas. Hasta el momento se tienen contabilizados 36 personas muertas a causa de los disturbios, pero las autoridades temen que la cifra se incremente debido a la gravedad de algunos lesionados que recibieron golpes en la cabeza.