Inusual. Arpaio no presentó una solicitud de perdón presidencial ante la Oficina del Fiscal de Indultos, el beneficio le fue otorgado.
El indulto otorgado por Donald Trump al exjefe policial de Arizona Joe Arpaio muestra una falta de respeto hacia un sistema judicial independiente, afirmaron los detractores del mandatario, que hicieron notar las críticas anteriores de Trump hacia jueces federales, entre ellos el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Quienes lo respaldan argumentan que el veterano agente del orden público merece la gratitud del país, "no la injusticia de una cacería de brujas política".
"Me complace informarles que acabo de conceder un indulto total al sheriff Joe Arpaio, patriota estadounidense de 85 años. ¡Mantuvo segura a Arizona!", tuiteó Trump el viernes después que la Casa Blanca anunciara que el mandatario había usado su perdón presidencial por primera vez, ahorrándole a un aliado político la posibilidad de ir a prisión por no acatar las órdenes de una corte de frenar los patrullajes de sus agentes que tenían como objetivo a los hispanos.
El anuncio fue efectuado mientras Trump se resguardaba en la residencia presidencial de Camp David al tiempo que millones de residentes en la costa de Texas se preparaban para el impacto del huracán "Harvey". El mandatario anunció su decisión del indulto después del clamor que generó al indicar que "ambas partes" fueron responsables de la violencia mortal durante los enfrentamientos provocados por motivos raciales este mes en Charlottesville, Virginia.
Nadie pone en duda la capacidad de Trump de indultar en un caso de desacato a la corte, como era el de Arpaio. La Corte Suprema de Estados Unidos decretó en 1925 que entre los poderes del ejecutivo está el perdón presidencial por una sentencia de desacato penal a un tribunal, y Trump había dejado ver cuál era su intención desde hace días. Pero el indulto resultó inusual, dado que Arpaio aún esperaba sentencia. Tampoco pasó por el proceso normal para emitir el perdón, que incluye prolongadas revisiones del Departamento de Justicia y de la oficina de asesores de la Casa Blanca.
Las reacciones a la decisión fueron agudas y rápidas, incluidas las de algunos colegas republicanos con quienes Trump ha estado en disputa abiertamente.
"El presidente tiene la autoridad de otorgar este perdón, pero al hacerlo en este momento socava su afirmación de que respetaría el estado de derecho, dado que el señor Arpaio no ha mostrado remordimiento por sus actos", declaró el senador republicano John McCain, de Arizona, que generó la ira de Trump luego de votar en contra de un proyecto de ley republicano para revocar la actual ley de salud.
El segundo senador por el estado, el republicano Jeff Flake."Yo hubiera preferido que el presidente respetara el proceso judicial y lo dejara que siguiera su curso", tuiteó Flake.