Involucrados. La captura de Reyes Arzate exhibió la infiltración del cártel en la corporación policial.
La captura de Iván Reyes Arzate, mando de la División Antinarcóticos de la Policía Federal exhibió la infiltración del Cártel los Beltrán Leyva en la corporación policial.
Reyes admitió ante oficiales de la DEA que se reunió en noviembre pasado con un capo que le ofreció reducir la violencia en Tamaulipas.
Además, Sergio Villarreal Barragán "El Grande", uno de los exlíderes de los Beltrán Leyva, declaró en EU que desde 2008, Reyes Arzate era "un oficial corrupto de la PF que apoyó a los Beltrán", junto a otros tres mandos de la PF.
Incluso detalló que en 2009, en un encuentro en Cuernavaca, Reyes y otros dos agentes informaron a Arturo Beltrán Leyva, los detalles sobre un informante de la DEA que había facilitado el decomiso de cargamentos de cocaína desde Colombia, lo que llevó al secuestro, tortura y ejecución de dicho informante.
"Beltrán le pagó tres millones de dólares a Reyes y los otros mandos por esta información", declaró Villarreal Barragán, identificado por las autoridades de EU con la clave CS-2.
En esos años, Iván Reyes operaba bajo las órdenes directas de Ramón Eduardo Pequeño García, exjefe de Inteligencia y después titular de la la división Antidrogas, en la extinta Secretaría de Seguridad Pública, que encabezó Genaro García Luna.
El pasado 2 de febrero, la DEA confrontó a Reyes con evidencia de que había traicionado a la agencia estadounidense, con la que llevaba años cooperando como el mando de más alto nivel de la Unidad de Asuntos Sensibles de la División Antidrogas de la PF, luego de ser entrenado en Quantico, Virginia.
En 2008 fueron detenidos siete altos mandos, seis mandos medios y 12 agentes, entre ellos el de más alto nivel, el exzar antidrogas, Noé Ramírez Mandujano; Rodolfo de la Guardia García, exdirector de Interpol México; Víctor Garay Cadena, excomisionado de la PF, y el excoordinador de Seguridad Regional de la PF, Javier Herrera Valles.
Ninguno de ellos permanece en prisión por falta de pruebas, todos están libres.
Ap