La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Catherine McKenna, informó que el gobierno canadiense creó un consejo ambiental asesor para asistir a los negociadores canadienses en este tema. (ARCHIVO)
En la segunda ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que comenzó hoy en la Ciudad de México, Canadá buscará persuadir a los negociadores estadunidenses para que se incluyan protecciones ambientales, indicaron fuentes oficiales.
La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Catherine McKenna, informó que el gobierno canadiense creó un consejo ambiental asesor para asistir a los negociadores canadienses en este tema.
El consejo está integrado por 10 especialistas e incluye a los exgobernadores de Columbia Británica, Gordon Campbell, y de Quebec, Pierre-Marc Johnson, así como al exministro de Finanzas, Janice MacKinnon.
A pesar de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió retirar a su país del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, la delegación comercial canadiense insiste en que la modernización del TLCAN debe incluir un reforzamiento de las regulaciones ambientales.
El argumento canadiense es que los estándares ambientales deben ser vistos como una oportunidad de negocio y no como un obstáculo.
“Teniendo altos estándares ambientales es una buena forma de atraer inversiones, por encima de empresas que pudieran querer atraerlas mediante regulaciones ambientales laxas”, afirmó McKenna.
La ministra consideró que “las actuales negociaciones del TLCAN representan una oportunidad para fortalecer las protecciones ambientales para las generaciones futuras”.
A pesar de que la administración Trump impulsa una mayor flexibilidad en las regulaciones ambientales, la funcionaria canadiense se mostró optimista de que se pueda alcanzar un acuerdo en esa materia, porque “los tres países de Norteamérica reconocen la importancia de mantener el aire y agua limpios”.
“Está en nuestro propio interés proteger el aire y el agua”, sostuvo la ministra canadiense.
Sin embargo, algunos ejecutivos empresariales han alertado a Ottawa de proceder con cautela en puntos como el precio a las emisiones de carbono, para no poner en desventaja la competitividad de los industriales canadienses.
La canciller canadiense Chrystia Freeland, cabeza del equipo negociador, dijo en agosto pasado que Canadá buscará que ningún país del TLCAN minimice las protecciones ambientales para atraer inversiones, y que propondrá medidas para hacer frente al cambio climático.
Para Oonagh Fitzgerald, experta en gobernabilidad en un centro de innovación en Waterloo, Ontario, la modernización del TLCAN debe incluir una cláusula que impida a las empresas reclamar compensaciones a gobiernos que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o que apliquen regulaciones ambientales.
