Caso. El actor ya podrá ver a su hijo sin supervisión. (ARCHIVO)
Julián Gil está casando de la guerra sucia que Marjorie de Sousa y sus abogados han emprendido en su contra.
Desde acusaciones de supuesto "lavado" de dinero, por parte del argentino, hasta de mal padre, el actor no sólo pelea por poder ver a su hijo Matías.
La batalla legal por ver al pequeño, fruto de su relación con la venezolana, lo ha expuesto al punto de ser amenazado por sicarios y "hackers".
"Recibo amenazas de sicarios y las van a ver porque tengo de dónde vienen las amenazas: de los sicarios, de los 'hackers', tengo eso plenamente identificado".
Gil dijo que saldrá a dar la cara cada vez que sea necesario.