La Vecchia Signora del Calcio recibe la vuelta en su estadio. (AP)
Con una inquietante sensación de un recuerdo ya vivido, el Barcelona afronta un nuevo conato de remontada europea hoy contra la Juventus en la Liga de Campeones, tras perder por 3-0 hace justo una semana en el partido de ida de cuartos de final disputado en Turín.
Pese a que la actual desventaja es un gol inferior a la que el Barcelona debió resolver en octavos de final contra el París Saint-Germain, los aficionados del conjunto catalán consideran poco probable que se duplique una gesta hasta ahora única como la del 6-1 favorable de aquella vuelta en el Camp Nou.
Incluso un optimista empedernido como Dani Alves, ganador de 23 títulos con la entidad azulgrana pero hoy lateral de la Juventus, relativizó las posibilidades del Barsa de pasar ronda.
"Siendo muy cauto, le doy un 40 por ciento, pero sé que aquí los partidos se hacen muy largos y muy duros", advirtió el martes el brasileño.
Los barcelonistas, finalistas en la Copa del Rey contra el Alavés, también han perdido argumentos futbolísticos con sus decaídas prestaciones en la liga española, donde acumulan una derrota en Málaga y victoria local poco convincente ante la Real Sociedad en las últimas dos fechas, con lo que siguen a tres unidades del puntero, Real Madrid, que tiene además un partido aplazado.
Así, la posibilidad de una campaña sin títulos atormenta al equipo y su hinchada en el momento menos propicio, aunque Luis Enrique diera el primer toque de corneta.
"Que nadie se vaya al minuto 80. Contra el PSG metimos tres goles en tres minutos. Todo es posible", soltó el timonel azulgrana, calculador pese al optimismo. "Teniendo en cuenta que ellos marcaran, el objetivo es meter cinco. Atacar y atacar. No tenemos nada que perder".
Trayectoria inversa está disfrutando la Juventus, solido líder de la Serie A italiana con un colchón de ocho puntos sobre el segundo, Roma, finalista de la Copa tras eliminar al Napoli por global de 5-4, y protagonista autoritario de la Champions con un fútbol sólido en todas sus líneas, en especial la defensiva.
Una fórmula que bien podría resultar en un triplete.
"El partido perfecto sería pasar turno y dar un paso más hacia la final", declaró el técnico "bianconero", Massimiliano Allegri. "Tenemos un gran respeto por el Barsa, pero jugaremos para ganar, sin pensar en la ida. Será fundamental leer el partido, tener lucidez".
Su equipo apenas ha concedido dos goles en la competición, ya sea jugando con tres o cuatro defensas en un esquema camaleónico, pero donde siempre forman los veteranos centrales Giorgio Chielini y Leonardo Bonucci.