Otra cirugía. Billy tendrá otra operación a corazón abierto dentro de los próximos seis meses para reparar el agujero.
Al borde de las lágrimas, Jimmy Kimmel convirtió el monólogo de su programa en un emotivo recuento de la operación a corazón abierto de su hijo recién nacido, y una solicitud para que todas las familias estadounidenses reciban la atención médica que merecen.
"Es una historia escalofriante y antes de que comience, quiero que sepan que tiene un final feliz", aseguró Kimmel el lunes en la noche en el estudio del programa Jimmy Kimmel Live de la ABC al detallar cómo el nacimiento de su hijo el 21 de abril se tornó de pronto en un evento aterrador.
Varias horas después de que su esposa Molly diera a luz a William John, una enfermera "muy atenta" en el Centro Médico Cedars-Sinai alertó a la pareja y los médicos que el bebé tenía un tono purpúreo y un aparente soplo en el corazón, dijo el presentador.
La falta de oxígeno del bebé se debía a un problema pulmonar o a una cardiopatía, dijo Kimmel, y los doctores hallaron que se trataba de un problema con el corazón.
"Fue muy aterrador", expresó. Estaba rodeado en el hospital por personas que lucían muy angustiadas, "como ahora", dijo al público presente en uno de los pocos chistes que logró pese a las varias pausas que tuvo que tomar.
Una prueba mostró que su hijo tenía un defecto congénito llamado tetralogía de Fallot con atresia pulmonar: un hoyo en la pared que separa el lado derecho del corazón del izquierdo y una válvula pulmonar bloqueada, explicó Kimmel. El bebé, apodado Billy, fue operado.