El exembajador ruso en EU Serguéi Kislyak negó ayer que hubiera mantenido conversaciones sobre asuntos secretos o sanciones con el antiguo asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca Michael Flynn.
"Sólo hablamos sobre las cosas más simples (...). Pero la conversación fue absolutamente correcta, tranquila y totalmente transparente. En cualquier caso, nunca hubo ningún secreto por nuestra parte", dijo Kislyak a la televisión pública rusa.
Kislyak, figura central en la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales en EU que auparon al poder a Trump, destacó que abordó con Flynn asuntos como la cooperación antiterrorista. "Existen varios temas que son importantes para la cooperación entre Rusia y EU, especialmente el terrorismo. Ese fue uno de los temas que tratamos", señaló.
Recordó que recibió instrucciones de no discutir con nadie el asunto de las sanciones occidentales por la anexión rusa de Crimea y la intervención en Ucrania.
"No tratamos las sanciones con nadie. Puede estar seguro que cumplí fielmente estas instrucciones", explicó. Con respecto a la conocida como trama rusa (Russiangate), acusó a los políticos estadounidenses de "enfangarse" en investigaciones sobre la base de "información falsa" que no interesan al pueblo norteamericano.
También negó rotundamente que Rusia hubiera apoyado a Trump durante los comicios estadounidenses y resaltó que el Kremlin estaba preparado para una victoria de cualquiera de los dos candidatos, al contrario que la Unión Europea que apostó claramente por la demócrata Hillary Clinton. Y calificó de "vergonzosas" las acusaciones de que el embajador de un país puede ser un "espía".
Recordó que la postura oficial del Kremlin es que Rusia no participa en ningún caso en regateos políticos debido a las sanciones occidentales, que tachó de ilegales y agresivas. Al mismo tiempo, aseguró que nunca comparecería ante el gran jurado en EU y declararía al respecto sólo ante los diputados rusos. Los contactos de Kislyak con miembros del equipo de campaña y transición de Trump están siendo examinados en EU, donde Rusia es acusada por las agencias de inteligencia de intentar interferir en el resultado electoral.
Su defensa
En lugar de evitar toda polémica sobre la investigación acerca de los contactos de su equipo de campaña con Rusia, Donald Trump le está sacando provecho y la cita con frecuencia para atacar a los demócratas y a los medios de comunicación, y alimentar así la indignación de sus seguidores más leales.
Trump argumenta que la investigación es consecuencia de la parcialidad y el rencor de las élites mediáticas y de los demócratas contra su base política, la clase obrera blanca.
Ha etiquetado las pesquisas como un intento nefasto de deshacer los resultados de la elección presidencial y de arrebatar el poder a los votantes que han sido marginados.
"No pudieron vencernos en las casillas de votación, por lo que están tratando de engañarlos sobre el futuro y el futuro que ustedes desean", dijo Trump durante un mitin la noche del jueves en Huntington, Virginia Occidental. "Están tratando de engañar a los líderes que ustedes quieren con una historia falsa que es degradante para todos nosotros y, lo más importante, humillante para nuestro país y humillante para nuestra Constitución".