Caso. Peskov reiteró que las acusaciones sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de EU siguen siendo 'infundadas'. (AP)
El Kremlin consideró que la investigación abierta en EU contra el exjefe de la campaña electoral del presidente Donald Trump y su exsocio Rick Gates es "un asunto interno" de las autoridades de ese país. "Por supuesto lo estamos siguiendo. Este proceso resulta que es, digamos, un asunto interno de nuestros socios estadounidenses", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a los periodistas.
"Por lo que hemos leído en los medios de comunicación y en declaraciones de participantes en este proceso, por ahora Rusia no aparece de ninguna manera en esas acusaciones que se han hecho", señaló. Y agregó: "Ahí aparecen otros países, otras personas".
El portavoz presidencial ruso comentaba así las acusaciones presentadas contra Manafort y Gates, en el marco de la investigación del fiscal especial Robert Muller sobre vínculos con Rusia y la supuesta injerencia de este país en la campaña electoral que llevó al poder a Trump.
Ambos están acusados de "conspiración contra Estados Unidos", "lavado de dinero" y "declaraciones falsas", como parte de la investigación de la supuesta trama rusa, según el escrito de acusación hecho público.
En él no hay ninguna mención a una supuesta "conspiración" entre el equipo de Trump y Rusia, sino que los cargos están relacionados con los amplios lazos financieros que ambos mantuvieron con líderes prorrusos en Ucrania.
Precisamente Manafort tuvo que dimitir en agosto de 2016 tras descubrirse que había recibido 12,7 millones de dólares por asesorar al expresidente ucraniano prorruso Víktor Yanukóvich.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, también dijo hoy que no hay pruebas de la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de EU.
NO VERÁ A NORCOREA
Donald Trump no visitará la zona desmilitarizada (DMZ) que divide a las dos Coreas durante su gira por Asia la próxima semana, porque no tiene "tiempo suficiente" y porque viajar allí se ha convertido "en un cliché", según adelantó la Casa Blanca.
"El presidente no va a visitar la DMZ. No hay tiempo suficiente", dijo un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, en una conferencia de prensa.