La justicia argentina absolvió ayer a una joven que había sido condenada a ocho años de prisión después de sufrir un aborto espontáneo, causa que se transformó en un emblema de injusticia social en el país sudamericano.
La Corte Suprema de Justicia de Tucumán absolvió ayer lunes por unanimidad a Belén, seudónimo otorgado a la víctima para proteger su verdadera identidad, en un caso que volvió a demostrar que ser pobre es la primera condición para ser condenada.