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LA COLUMNA DEL PERRO

MALOS ENTENDIDOS

M.V.Z. MIGUEL DÁVILA DÁVILA

Muchas de las veces lo que decimos o tratamos de decir, se interpreta de diferente manera, y es así como suceden muchas de las malas interpretaciones que después se convierten en anécdotas graciosas dignas de recordar y de contar ante un grupo de conocidos.

Sucede que una señora mayor, tiene en su casa una perra que era de sus nietas, este ejemplar una hembra de raza bóxer, sumamente inquieta y juguetona, que parece un resorte, no deja un momento de moverse, demostrando así su amor y su vitalidad. Las nietas de la señora le pusieron por nombre "Tanga" y a decir de la señora, comento: "al principio yo ni siquiera sabía el significado del nombre", que después me fue explicado, y pues ya ni modo de cambiárselo, si la perra y nosotros ya nos habíamos acostumbrado a él.

La perrita vive en el segundo piso de la casa, y toda la familia cuida siempre que cuando alguien entra o sale, estar muy pendiente de que la perrita no se baje, pues inmediatamente busca la puerta para salirse y si lo logra, hecha a correr por la calle, con el consiguiente peligro de que se pierda o sufra un accidente. Un día llegó una señora también mayor a visitar a su amiga, y al abrir la abuelita de la casa la puerta, la perra corriendo, baja las escaleras, y antes de que la pudieran detener, se sale acto seguido, la señora le grita a su nieta y le dice: "hija córrele", que ya se me bajó la "Tanga" y después de meter con trabajos a la perrita, hubo que explicarle a la visita, que ése era el nombre de la perrita, pues boquiabierta y sin decir nada, sólo se le quedaba viendo a su amiga, pensando qué moderna.

En otra ocasión acudí a la consulta de un perrito Basset Hound, y sus dueños querían que su perrito bajara de peso, para lo cual le pregunté a la hija de la señora que me llamó, que mientras llegaba su mamá, me dijera qué comía su perro y si hacía ejercicio, a lo cual me contestó: ejercicio no hace, y mi mamá aparte de las croquetas le da lata de carne para perro por la mañana y por la tarde. Le sugerí un ejercicio de manera regular y que por lo pronto le retiraran la carne de lata, y después de un mes veríamos el peso del perrito, en ese momento llegó la señora de la casa, y su hija va a recibirla a la puerta y le dice ya vez mamá, el veterinario dice que ya no le des lata, y ésta enojada le contesta: "si le molesta ya no le hablo", ni que fuera el único veterinario… y su hija le vuelve a explicar no mamá dice que ya no le des lata de comer, no lata de molestia, después de esta aclaración todos nos reímos de buena gana.

Otra anécdota: En una tienda de autoservicio al momento de pagar me saludó una muchacha muy efusivamente delante de toda la gente que estaba formada, y resulta que a ella cuando era niña yo le atendía su perrito, después creció se casó y se cambió casa y no la volví a ver hasta ese momento, y ella por querer agradarme me dijo: "oiga y todavía es usted veterinario" a lo cual le contesté que sí no es "gripa" eso ya no se quita, seguramente lo que quiso decir, era que si todavía ejercía, ¿Cómo me vería?

Y ahora para terminar una gota de filosofía: EL ÚNICO AMOR QUE SE PUEDE COMPRAR Y TE ES FIEL, ES EL DE UN PERRO.

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