UNA LÍDER
Muchas de las veces el concepto de patria, pudiera ser relativo, pues patria es lugar donde uno nace, pero también patria es aquélla que nos llama debido a su bonanza, aunque a veces resulta ser un espejismo, como en el caso de las personas que se van a vivir forzadamente por la situación económica a Norteamérica. Patria también es la que nos recibe en casos de exilio y patria también es donde decide por gusto uno vivir.
Estrellita una perrita de color negro, de talla mediana y orgullosamente criolla, nació en febrero de hace 16 años en Santo Domingo, República Dominicana. Por un tiempo estuvo al garete, hasta que su suerte cambió para bien, pues se topó con Bill y Sonia Beaty, personas amantes de los animales y de la naturaleza, quienes la rescataron del maltrato y el abandono en que se encontraba, rehabilitándola y adoptándola, dándole desde entonces un excelente trato.
Por sus ocupaciones y responsabilidades tanto Sonia como Bill, viajan mucho y han cambiado de residencia varias veces, pues estuvieron en varios lugares de América del Sur, después vivieron en Europa, así como en Norteamérica, de donde es originario Bill, posteriormente Estrellita, Sonia y Bill vinieron por el trabajo hace doce años a México, específicamente a Torreón y a decir de Sonia cuando llegue sentía que vivía en el paraíso.
Estrellita vivió una vida larga y relativamente sana, junto a otras tres personas, siendo ella siempre la guía de todas. En los últimos años fue objeto de varias cirugías, pero siempre salió avante, debido a su carácter y fortaleza, pero en los últimos meses especialmente el último mes las demás perritas que viven con ella empezaron a desafiar el liderazgo de Estrellita, esto debido a la gran cantidad de años vividos, 16 para ser exactos, y a una enfermedad terminal que padecía. Al ver que el deterioro en la condición de Estrellita era continuo e irreversible Sonia y Bill llevaron a su perrita más consentida a darle el "último" gran regalo que es la eutanasia.
Mientras Estrellita se iba quedando dormida apaciblemente en manos de Sonia y Bill, volteó a verlos con esos ojos tan expresivos y característicos de ella, como agradeciéndoles que la hubieran rescatado de la calle allá en Santo Domingo y haber viajado con ellos por tantos países y ciudades y a mí me pareció que también les agradecía este último regalo tan oportuno antes de que la edad, la falta de salud y el dolor le hubieran quitado lo único y más valioso que tenemos, que es la dignidad, antes de que la enfermedad la hubiera humillado y quitado su estatus de "líder".
Y ahora, para terminar, una gota de filosofía: NO SEAS DE LOS QUE COMBATEN, PERO ODIA A LOS QUE SE RINDEN (Antonio Plaza).
