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La columna del perro

M.V.Z. MIGUEL DÁVILA DÁVILA

¿CREES EN EL KARMA?

El lunes pasado por el vado del Río Nazas, una persona del sexo masculino (si es que se le puede llamar persona) se bajó de su automóvil y acto seguido aventó a dos cachorritos al arroyo, hembra y macho de aproximadamente dos meses de edad, estos cachorros retozando, pensaban que los llevaban a pasear, de una manera alegre y procurando seguir el juego siguieron a su "amo" quien por toda respuesta los pateó para que no lo siguieran y se cayeran al lecho seco de nuestro querido "Río Nazas".

Por fortuna pasaba por ese lugar, una persona de buen corazón, quien los rescató y alcanzó a este vil ser reclamándole su proceder quien por toda respuesta se hizo el desentendido y como si tal cosa, se alejó del lugar haciéndose el ofendido.

Este cobarde acto se repite por desgracia con más frecuencia que antes. Para los que sí sentimos siempre compromiso de ayudar, y tratar de no perder la capacidad de asombro y de congraciarnos con los seres desvalidos, el enterarnos de estos actos nos afecta, pero aun así tratamos de reponernos de este negativo sentimiento y ayudar siempre en la medida de lo posible. Estoy convencido porque la vida me lo ha enseñado, así, que tarde o temprano los actos buenos que hagas en la vida siempre tendrán recompensa, y los actos malos se pagan también.

El karma no falla, nuestros actos hablan por nosotros más que nuestra boca y como dicen los orientales, el fruto se nos regresa sea bueno o sea malo.

Me pregunto qué es lo que espera la humanidad para cambiar y además el cambio en caso de que así fuera, debe ser real no sólo debe ser en apariencia con una doble moral de aparentar una cosa y ser otra, tal vez esperamos que los demás cambien para nosotros después el día de mañana tal vez cambiar si así nos conviene. Me pregunto ¿tendremos un mañana? Para como están las cosas en la actualidad nadie tenemos la seguridad de tener un mañana por tanto el cambio debe ser aquí y ahora recordemos siempre la consigna muy sabia de la vida que como un juez implacable nos recuerda que nadie se va de este mundo sin pagar las que debe.

Y ahora para terminar una gota de filosofía: LOS PLEITOS NI GANADOS SON BUENOS.

  Por: M.V.Z. Miguel Dávila Dávila

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