PERROS FERALES
Uno de los muchos problemas de los perros de la calle, es que éstos se convierten en ferales, es decir en salvajes. Un perro feral como dijimos arriba, es aquél que dejó de ser doméstico, o nació en la calle, sea de raza o criollo, y que al sufrir el abandono, le vuelven los instintos primarios de ferocidad al asociarse con otros para formar clanes, y así conseguir comida, y en otros casos para depredar a otros seres vivos, en el mejor de los casos para depredar a perros rivales o a cualquier ser vivo que invada su territorio o que se cruce en su camino.
Otro problema que provocan los perros de la calle son el fecalismo al aire libre, con los parásitos que los perros pudieran tener, al secarse el excremento, y moverse de un lado a otro por el aire hace que los animales y las personas pudiéramos ingerirlos de manera accidental sin darnos cuenta. Otros parásitos que nos pudieran contagiar, son los externos como las garrapatas y los ácaros de la sarna que representan un problema de contagio de perro a perro y ocasionalmente también al ser humano. La rabia, es sin duda uno de los riesgos más serios de salud y de contagio de algún perro infectado hacia el hombre a través del contacto forzado de saliva sangre. Otro inconveniente que acarrean los perros en la calle, son daños en algunos lugares al querer conseguir comida, destruyendo contenedores, bolsas y botes de basura.
Las agresiones al ser humano se dan cuando los perros se agrupan para buscar comida, o al localizar una perra en celo con la cual quieran aparearse, originándose con ello riñas entre sí, y por ende ocasionales agresiones a las personas que pudieran pasar por ahí, en ese momento.
La solución a este problema no es fácil, pues no tenemos la cultura del cuidado y responsabilidad hacia con nuestras mascotas, ya que los soltamos todos los días un rato para que se "desaburran", tiempo que muchas veces utilizan como dijimos arriba para cruzarse con otros perros en la calle, para que hagan destrozos o para que defequen en el jardín del vecino. Entiendo que cuando la población canina crece en cantidades alarmantes, el gobierno optará por soluciones drásticas.
Entiendo que a veces al gobierno no le queda otra alternativa más que el exterminio para solucionar estos casos, pero creo que sería mejor tomar otro tipo de medidas, en las que se involucre sociedad y gobierno.
Seamos todos partes de la solución, y en lugar de comprar una mascota, mejor pensemos en rescatar algún perro de la calle, y de inmediato, esterilicémoslo, al igual que los perros que ya estén en nuestro hogar, no los crucemos si no estamos seguros de a dónde van a ir a parar las crías, y también en estos casos recomiendo la esterilización.
Si cada uno de nosotros nos responsabilizamos de nuestra mascota, se empezará a tener un control humanitario, pues como les digo a las personas desde hace más de 30 años, condenamos a los perros a la pena de muerte, en la perrera municipal por los delitos de haber tenido un dueño irresponsable, ser criollos y andar vagando en la calle.
Y ahora para terminar una gota de filosofía: AYUDAR EN LA MEDIDA DE NUESTRAS POSIBILIDADES A ALGUIEN, O A ALGO, LLENA DE PAZ A NUESTRO CORAZÓN.