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La crisis de los antibióticos

El abuso de fármacos pone en jaque a la medicina moderna

Foto: Manny Francisco

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REDACCIÓN S. N.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó recientemente su primera lista de patógenos prioritarios, resistentes a los antibióticos, en la que se incluyen las 12 familias de bacterias más peligrosas para la salud humana.

La lista fue elaborada para tratar de guiar y promover la investigación y desarrollo (I+D) de nuevos antibióticos, como parte de las actividades de la OMS para combatir el creciente problema mundial de la resistencia a los antimicrobianos.

En la lista resalta la amenaza que suponen las “bacterias gramnegativas” resistentes a múltiples antibióticos, las cuales tienen la capacidad innata de encontrar nuevas formas de resistir a los tratamientos y pueden transmitir material genético, lo que permite a otras bacterias hacerse farmacorresistentes.

“Esta lista es una nueva herramienta para garantizar que la I+D responda a necesidades urgentes de salud pública”, afirmó la subdirectora general de la OMS para Sistemas de Salud e Innovación, Marie-Paule Kieny.

En un comunicado, la experta destacó que la resistencia a los antibióticos va en aumento y que se están agotando las opciones terapéuticas, por lo que pidió medidas urgentes para hacer frente a la problemática.

“Si dejamos el problema a merced de las fuerzas de mercado exclusivamente, los nuevos antibióticos que con mayor urgencia necesitamos no estarán listos a tiempo”, exclamó Kieny.

CATEGORÍAS

La lista de la OMS se divide en tres categorías con base en la urgencia en que se necesitan los nuevos antibióticos: prioridad crítica, alta o media.

El grupo de prioridad crítica incluye las bacterias multirresistentes que son especialmente peligrosas en hospitales, residencias de ancianos y entre los pacientes que necesitan ser atendidos con dispositivos como ventiladores y catéteres intravenosos.

Entre tales bacterias se incluye: Acinetobacter, Pseudomonas y varias enterobacteriáceas como Klebsiella, E. coli, Serratia y Proteus, bacterias que pueden provocar infecciones graves y a menudo letales, como infecciones de la corriente sanguínea y neumonías.

La OMS destacó que estas bacterias han adquirido resistencia a un elevado número de antibióticos, como los carbapenémicos y las cefalosporinas de tercera generación (los mejores antibióticos disponibles para tratar las bacterias multirresistentes).

Los niveles segundo y tercero de la lista -las categorías de prioridad alta y media- contienen otras bacterias que exhiben una farmacorresistencia creciente y provocan enfermedades comunes como la gonorrea o intoxicaciones alimentarias por salmonela.

La lista tiene por objeto animar a los gobiernos a que establezcan políticas que incentiven la investigación científica básica y la I+D avanzada, tanto a través de organismos financiados con fondos públicos, como del sector privado, que inviertan en el descubrimiento de nuevos antibióticos.

CONSIDERACIONES

La lista fue elaborada en colaboración con la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Tübingen (Alemania), mediante una técnica de análisis de decisiones de múltiples criterios desarrollada por un grupo de expertos internacionales.

Los criterios para incluir patógenos en la lista fueron los siguientes: el grado de letalidad de las infecciones que provocan; el hecho de que el tratamiento requiera o no una hospitalización larga.

Además de la frecuencia con que presentan resistencia a los antibióticos existentes cuando infectan a las personas de las comunidades; la facilidad con la que se transmiten entre animales, de animales a personas y entre personas.

“Los nuevos antibióticos desarrollados contra los patógenos prioritarios que figuran en esta lista contribuirán a reducir las muertes debidas a infecciones resistentes en todo el mundo”, expresó la jefa de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Tübingen, Evelina Tacconelli.

Aunque es esencial aumentar la I+D, esto no basta para solucionar el problema, ya que tiene que haber también una mejor prevención de las infecciones y un uso apropiado de los antibióticos existentes en la medicina humana y veterinaria, así como un uso racional de cualquier nuevo antibiótico, apuntó la declaración.

¿QUÉ ES LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS?

En un pequeño matraz de laboratorio pueden convivir hasta mil millones de bacterias y solo en una de ellas está la posibilidad de que surja la resistencia a un cierto antibiótico. Así ejemplifica el doctor Edmundo Calva el porcentaje en el que una bacteria puede desarrollar una mutación que la vuelva más resistente: una en mil millones.

Sin embargo, el investigador del Instituto de Biotecnología (IBt)- UNAM explica que cuando se consumen indiscriminadamente los antibióticos, se mata a la mayoría de las bacterias, pero las más resistentes empiezan a proliferar en un proceso de selección natural. “Los organismos vivos siempre están evolucionando, pero los mecanismos de selección determinan quién sobrevive”.

Es así que el desarrollo de la resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural en las bacterias, sin embargo algunas actividades humanas simplemente contribuyen a acelerar su aparición y propagación.

USO INDISCRIMINADO

En México, los antibióticos siguen teniendo los primeros lugares de ventas a pesar de que se considera que alrededor de 40 por ciento de su consumo es innecesario. La falta de un sistema de salud público efectivo también contribuye, pues obliga a muchas personas a tratarse en los consultorios médicos de las mismas farmacias que expiden recetas con el objetivo de vender fármacos.

La resistencia a los antibióticos obliga a los investigadores a producir fármacos de distintas generaciones, actualmente estamos en la cuarta generación, esto quiere decir que se cambia un poco la estructura de un antibiótico que era efectivo con la finalidad de que la bacteria no lo reconozca y vuelva a funcionar en nuestro organismo.

“Muchas de estas bacterias viven en nuestro cuerpo en equilibrio, entonces tomar antibióticos más fuertes hace que mates a las bacterias que tu cuerpo sí necesita. No todas las bacterias son malas, el intestino está lleno de bacterias que ayudan a la digestión”, dijo la doctora Andrea Argil, de los laboratorios Salud Digna.

Para Argil tomar antibióticos innecesarios y no terminar los tratamientos adecuadamente “es como si les regaláramos el arma secreta a las bacterias”.

PREVENCIÓN Y CONTROL

La preocupación por este fenómeno se ha vuelto global. Recientemente los 197 países miembros de la ONU firmaron un acuerdo para elevar el nivel de atención necesario para frenar la propagación de infecciones que son resistentes a los medicamentos antimicrobianos. Para los dirigentes de esta organización es muy importante detener el mal uso de los fármacos, pues esto reduce la posibilidad de curar infecciones que se han recrudecido en varias partes del mundo por la falta de efectividad en la medicación, como el caso de las neumonías.

La resistencia a los antibióticos se acelera con el uso indebido y abusivo de estos fármacos y con las deficiencias de la prevención y control de las infecciones.

La resistencia a los antibióticos está poniendo en riesgo los logros de la medicina moderna. Si no disponemos de antibióticos eficaces para prevenir y tratar las infecciones, los trasplantes de órganos, la quimioterapia y las intervenciones quirúrgicas se volverán más peligrosas.

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