(Cuarta parte)
El Centro de Convenciones
SE DA INICIO A LA SEGUNDA ETAPA
Concluida la primera etapa, el Museo del Ferrocarril abrió sus puertas al público en general únicamente sábados y domingos, exhibiendo en una de sus salas objetos, fotos, libros y documentos, así como una mapoteca, en la que se muestran mapas y planos que datan del siglo XIX, rescatando además la maqueta de la primera estación que se localizó frente a la Casa del Cerro y que dio servicio hasta el 25 de octubre de 1930.
En su segunda etapa, se dio inicio a la restauración de varios vagones, entre ellos, uno que data de 1903, que fue sometido a un complejo trabajo de reparación para representar un coche campamento que los trabajadores ferrocarrileros utilizaban como área de descanso cuando eran programados para labores de reparación alejados de los centros poblacionales.
Otros de los vagones por restaurar, servirían para albergar la Ludoteca y los talleres infantiles, el llamado Vagón de la Ciencia, y otro más que se utilizaría como sala audiovisual. Así mismo, se realizaron mejoras y ampliación de las calles en los sectores habitacionales aledaños a las instalaciones del museo.
INAUGURACIÓN DEL ÁREA INTERACTIVA
Finalmente, el 10 de septiembre de 1999, en presencia del presidente municipal, directivos y funcionarios de diversas universidades, representantes de las Asociaciones de Hoteles y Moteles, así como de jubilados ferrocarrileros, integrantes de algunos grupos étnicos y vecinos aledaños, es inaugurada el resto de las instalaciones del Museo del Ferrocarril, segundo en la República Mexicana, entre ellos, el Vagón Interactivo, un cabús en el cual funciona la Ludoteca, donde los niños pueden aprender jugando a elaborar trenes y vagones con materiales de desecho, independientemente de otro taller de manualidades.
En un carro que perteneciera a la Union Pacific, cuya unidad ferroviaria es única en México, motivo por el cual se estima tiene un valor comercial de aproximadamente 250 mil dólares, se ha instalado equipo y materiales del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (Coecyt). Este vagón de la ciencia y tecnología cuenta además con equipo de cómputo y un audiovisual, así como una sección para exposiciones temporales.
Dentro del área interactiva, se incluye el carro escuela que perteneciera a la desaparecida empresa paraestatal, al que se dio el nombre de Vagón "Jesús García Corona, Héroe de Nacozari", que cuenta con sala audiovisual con capacidad para 50 personas, en donde se proyectan películas relacionadas con la historia del ferrocarril, así como un área de exposiciones permanentes.
En el pasado, existían los vagones que eran casas rodante; en el museo, se cuenta con un coche campamento que antaño era habitado por el mayordomo de las cuadrillas reparadoras de vías y su familia; en él se muestra una cocina, la cama, utensilios de cocina y muchas cosas más, todo ello de la época.
Los visitantes podrán conocer lo que era un coche escuela con mesa bancos y pizarrón, una sala audiovisual con capacidad para 40 personas sentadas cómodamente y un coche dormitorio.
En octubre del 99', el Arquitecto Jorge Manjarrez Gutiérrez confeccionó la maqueta de fantasía; en dos diferentes niveles, fueron instalados las vías del ferrocarril de juguete, cuya locomotora, carros y vagones, recorren túneles, poblados, alamedas, paisajes ficticios, haciendo alto en estaciones formales y pasando de largo por las llamadas estaciones bandera.
El mismo arquitecto confeccionó la maqueta que reproduce en escala la antigua estación ferrocarrilera de esta ciudad. Se trata de una reproducción de la terminal de Ferrocarriles Nacionales de México que funcionó del 25 de octubre de 1930 hasta mediados de 1960, sobre lo que hoy es el Boulevard Revolución poniente, entre las calles Valdés Carrillo y Cepeda. La maqueta contiene el edificio principal de la estación ferrocarrilera, con patios y paralelas ferroviarias, con dos trenes eléctricos de juguete adquiridos con donativos, dos convoyes de trenes cuyas locomotoras se les identifica como la del tipo Consolidado y la Hudson, con sus respectivos vagones, pues la reproducción de la estación y sus accesorios fueron creados con materiales de bajo costo. En los patios de la estación, se ven varias pacas de algodón, farolas del alumbrado público, señalamientos y hasta las antiguas jarras lecheras que se manejaban en la primera mitad del siglo XX en esta ciudad.
El creador de ambas maquetas estuvo dedicado a su profesión durante 42 años, sin embargo, en la década de los sesenta, le nació el gusto por la reproducción de los ferrocarriles, al grado de lograr coleccionar 396 diferentes locomotoras y alrededor de dos mil vagones de ferrocarril.