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Las grietas del muro

ENTRE EU Y MéXICO YA EXISTEN BARRERAS DE DISTINTO TIPO EN 930 DE LOS 3 MIL 200 KILóMETROS DE LA FRONTERA

Las grietas del muro

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AGENCIAS

"Construiré un gran muro, un bello muro en nuestra frontera sur… nadie sabe edificar muros mejor que yo… y haré a México pagar por este muro", fue la primera promesa de campaña de Donald Trump, el 16 de junio de 2015. Ya en la Casa Blanca, firmó la orden ejecutiva el 25 de enero de 2017.

Trump no está solo en su propósito. A partir de la caída del muro de Berlín, en 1989, se ha multiplicado por cuatro la construcción de barreras fronterizas, hasta llegar a 70 en todos los continentes. Se alegan como objetivos detener a migrantes no autorizados, prevenir el terrorismo o evitar la extensión de conflictos territoriales.

Élisabeth Vallet, catedrática en Estudios Estratégicos y Diplomáticos en la Universidad de Québec en Montreal (UQAM) es la autora del estudio: Fronteras amuralladas, fronteras violentas, que analiza muros limítrofes alrededor del mundo.

Haciendo referencia a la investigación de la profesora Vallet, "The New York Times" nos recuerda que tres democracias -la más antigua, Estados Unidos; la más poblada, India, y la más estable en el Medio Oriente, Israel- han edificado muros que los separan de sus vecinos.

Citando la misma obra, el "Daily Mail" llama "el muro del apartheid" al construido entre Israel y Palestina (Cisjordania y Gaza). Tras la orden ejecutiva de Trump, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu alabó su decisión, pero la comunidad judía mexicana rechazó contundentemente su mensaje.

India ha edificado muros en sus fronteras con Paquistán y con Bangladesh. El mar Mediterráneo es un inmenso muro de agua entre África del norte y los países del sur de Europa.

El proyecto de Trump desató la polémica desde el primer minuto en que fue anunciado.

 ¿A QUIÉN Y PARA QUÉ SIRVEN LOS MUROS?

Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) en el primer gobierno del presidente Barack Obama, afirma conspicuamente: "Localiza un muro de 15 metros de altura, y yo te encontraré una escalera de 16 metros".

Entre Estados Unidos y México ya existen barreras de distinto tipo en 930 de los 3 mil 200 kilómetros de la línea fronteriza. Ninguna de las personas que realizaron los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 entró por México; todos ellos tenían visas de ingreso a Estados Unidos. A casi 16 años de esa fatídica fecha, absolutamente ningún incidente terrorista ha ocurrido en la frontera ni se ha originado en territorio mexicano.

De los 11 millones de personas que se encuentran en Estados Unidos sin autorización, más de 40 % entraron legalmente y extendieron su estancia más allá del período para el cual les fue otorgada una visa.

En un poema frecuentemente citado, Robert Frost dice: "Antes de construir un muro, me gustaría saber qué estoy dejando adentro y qué estoy dejando afuera, y a quién estoy ofendiendo". Al construir un muro para impedir la entrada de personas no autorizadas, se incentiva a aquellos que ya se encuentran indocumentados a quedarse en el país y se les disuade de salir.

 MÉXICO NECESITA ABATIR MUROS PROPIOS

La línea fronteriza entre Tijuana y San Diego es la de mayor afluencia en el mundo: 21 millones de cruces al año. El desarrollo regional ha ocurrido a pesar del reforzamiento del control fronterizo, no gracias a éste. Lo que hace único y sin precedente al proyecto de muro de Trump es que se realizaría entre dos países que son socios comerciales.

El muro de Trump significa que México no es parte de América del Norte, a la que Trump ve como mayoritariamente blanca y anglosajona. Los legisladores demócratas están en contra del muro y temen que reviva un fuerte sentimiento antiestadounidense.

Las autoridades mexicanas han señalado que México no pagará un peso del muro. Mitch McConnell, presidente del Senado de EU, cuando le preguntaron: ¿Cree usted que México pagará el muro?, respondió: "No".

Es una gran incongruencia que México se oponga a un muro en su frontera norte, pero en los hechos propicie un muro virtual para sellar nuestra frontera sur. A las reiteradas violaciones a los derechos humanos de los transmigrantes centroamericanos se suma el lenguaje de funcionarios mexicanos señalando que el verdadero problema de seguridad son los migrantes centroamericanos, a quienes están dispuestos a ofrecer como moneda de cambio para eventuales acuerdos con el gobierno de Trump.

 ¿HABRÁ DINERO PARA EL MURO DE TRUMP?

El proyecto de Trump ha sufrido ya varios traspiés: 1) No hay acuerdo en torno a la "barrera física" a edificar: ¿un muro, una valla, o una barda?; 2) El presupuesto del año fiscal 2018 trae un monto de dinero que no alcanza ni siquiera para iniciar los trabajos, cuyo costo mínimo será de 21 mil 600 millones de dólares; 3) En California, Arizona, Nuevo México y Texas muchos dueños de terrenos fronterizos se irán a los tribunales para oponerse al proyecto.

Muchos expertos están llegando a la conclusión de que el proyecto de Trump no es realista, que representa un monumental desperdicio de dinero y que su plazo de construcción rebasaría los cuatro años, por lo cual ni siquiera está garantizado que se concluya bajo su administración.

Vallet, la académica quebequense, es tajante: "Los muros son una respuesta cortoplacista a los desafíos generados por la globalización. No funcionan". El grueso del trasiego de drogas y hacia el norte y de armas y "dinero caliente" hacia el sur tiene lugar en los cruces fronterizos establecidos; los muros producen una percepción de seguridad, pero no dan seguridad real.

Lo más probable es que acabemos con una versión diluida del proyecto original. La construcción del muro obedece a objetivos políticos de Trump. Quizá lo veamos usando una pala o montado en una excavadora, afirmando que ha cumplido ya con su promesa, esperando que sus electores compren su teatro. En cualquier caso, el daño para la relación bilateral México-Estados Unidos ya está hecho y su costo será demoledor.

Costos que suben como la espuma

El precio del "gran, precioso" muro que Donald Trump sigue prometiendo que va a construir en la frontera es cada vez más incierto. Las cifras han aumentado constantemente y cada vez se ve más lejos que los fondos puedan llegar. La idea de que México pague por él, tras la negativa del gobierno mexicano, ha desaparecido del debate.

El monto es enormemente dispar en función de qué fuente realice el estimado. La Asociación Nacional de Cemento Prefabricado, sin tener en cuenta el costo de las expropiaciones de tierra privada, calculó en unos pírricos 8 mil millones de dólares la construcción del muro, una cifra incluso por debajo de los 12 mil millones pronosticados por el presidente Trump (quien insiste en que sus dotes negociadoras harán rebajar el precio).

Los líderes republicanos en el Congreso, Paul Ryan y Mitch McConnell, pusieron el coste en una horquilla entre los 12 mil millones y los 15 mil millones, aunque otros colegas de partido trabajan con una cifra superior a los 20 mil millones.

La única cifra oficial hecha pública es la del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), en un informe preliminar filtrado a la prensa. Según sus cálculos, el coste por milla de una valla sería de 9.3 millones, mientras que la milla de muro de cemento ascendería a 17.8 millones. El total, entonces, 21 mil 600 millones de dólares.

Otro funcionario gubernamental que intentó hacer una estimación fue el director de la Oficina de Presupuesto, Mick Mulvaney, quien situó entre los 8 mil millones y los 50 mil millones el costo de la construcción del prometido "gran y hermoso" muro, con un costo entre 8 millones y 25 millones por milla construida. Por su parte, la firma independiente Bernstein Research, especialista en costes de materiales, asegura que el coste podría elevarse hasta los 25 mil millones.

La última proyección la dio a conocer esta semana la senadora demócrata Clarie McCaskill, quien tras una reunión con la agencia de Protección de Frontera y Aduanas (CBP, por sus siglas en inglés) extrapoló un coste estratosférico para el muro. Si las previsiones de 36.6 millones por milla que se deducen del borrador de presupuesto de la Casa Blanca, la construcción de las casi 2 mil kilómetros de muro ascendería a 66 mil 900 millones de dólares.

Sin cronograma. La marabunta de cifras se une a la incapacidad de conocer un cronograma exacto para la futura construcción de la barrera física en la frontera. El DHS estimó que se realizará en tres fases y se tardarán 3 años, hasta el 2020, en construir las mil 250 millas que el presidente prometió.

Lo poco que se sabe es que se hará a pequeños tramos, que la petición de fondos inmediatos para el muro, unos mil millones de dólares, son para construir poco más de 60 millas (unos 100 km) en Texas y la región de San Diego. El presupuesto solicitado para el muro para el próximo año, 2 mil 600 millones de dólares, son para el levantamiento de poco más de 75 millas (120 kilómetros).

La proyección se ajusta aproximadamente a las tres fases propuestas de construcción. La primera y más urgente, de 26 millas (42 km), en San Diego, El Paso y parte del valle del Río Grande (Bravo).

Más tarde sería el turno de 151 millas (242 km) en Laredo y El Paso (Texas), así como Tucson (Arizona). La última fase completaría el cierre total de la frontera.

La proyección más optimista del DHS es que el Congreso apruebe fondos entre abril y mayo, y así permitir que el proceso empiece en septiembre. De momento el proceso está en su fase inicial de licitación, tras varios aplazamientos de la adjudicación. Más de 200 empresas han mostrado su interés, y han empezado a enviar sus proyectos y diseños.

Nada de eso será fácil. Los congresistas no van a facilitar abrir la caja fuerte para ceder fondos a la construcción del muro. Los demócratas están dispuestos a llevar hasta el extremo de cerrar el gobierno en caso de que Trump siga con la idea de construir la valla, y cada vez más republicanos (especialmente de zonas fronterizas o estados agrícolas) se oponen a la construcción.

La próxima fecha a tener en cuenta será el 28 de abril, en vísperas de los 100 primeros días de la administración Trump. La inclusión de cualquier partida presupuestaria para el muro llevará a los demócratas a bloquear el conjunto del presupuesto federal que debe aprobarse antes de ese día. De no llegar a un acuerdo, el gobierno se quedará sin fondos y deberán cesar sus actividades por falta de fondos.

Además, habrá que contar con las dificultades en la compra o expropiación de tierras privadas en la frontera, la mayoría en Texas. Algunos reportes de prensa indican que ya han empezado las ofertas a propietarios de tierras, por valores que consideran ridículos y que están decididos llevar a juicio. De ser el caso, se aplazaría todavía más la construcción.

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Escrito en: Muro Froterizo

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