Batirse en un duelo
El caballero dijo algo que al otro noble varón le pareció insultante, ofensivo. El ofendido enfrenta al ofensor mientras se quita los muy elegantes guantes blancos y tomando ambos en una mano le cruza la cara, o sea, que ahora sí que le da una cachetada con guantes blancos. Eso en el lenguaje de los caballeros significaba "le reto a un duelo". El asunto terminaba con los dos caballeros batiéndose a duelo, que muchas veces era un duelo a muerte.
Llama mi atención en este caso el hecho de que se "batieran" los señores a duelo y me pongo a buscar otras aplicaciones del verbo batir, con sus variantes batirse y abatirse, y encuentro muchas y muy variadas.
Batir a alguien es derribarlo, derrotarlo, pero también se bate algo cuando se mueve con "ímpetu y con fuerza", según dice el Diccionario de la Lengua Española. ¿Cómo qué? Pues el ave bate las alas para empezar a volar, por ejemplo, o los concursantes en una competencia de canotaje baten los remos con toda su alma porque quieren llegar primero que los demás y tratan de batir los récords, o sea, las marcas establecidas.
Yo, cuando se habla de batir en ese sentido, recuerdo cuando mi madre hacía un delicioso pastel y para ello batía la masa de harina con agua y/o leche y luego le iba agregando el azúcar, manteca o mantequilla, huevos, vainilla y demás ingredientes sin dejar de batir y siempre con una cuchara de madera, porque si no, se cortaba la masa y ya no salía bueno el pastel.
Ya después, se modernizó mi progenitora cuando un 10 de mayo le regalamos una batidora que hacía el trabajo movida por electricidad y eso me recuerda que yo tenía una vecina a la que le decían así, la batidora, porque cuando pasaba por la calle, iba meneando con ímpetu y fuerza sus encantos posteriores y nunca faltaba un pelado indecente que al verla pasar le dijera en tono lujurioso: Si como lo mueves lo bates, qué sabroso chocolate.
Es que el chocolate más sabroso es el que se hace batiendo la mezcla de cocoa, leche y azúcar con un molinillo de madera, y también las señoras le hacían a su esposo un batido de plátano con leche, azúcar, un poquito de canela y luego le echaban también un huevo crudo para que el tipo se fuera al trabajo lleno de energía, aunque a veces resultaba contraproducente, porque la mezcla era como una bomba para el estómago y el fulano acababa con un chorrillo, o sea, con una purga terrible.
Cuando un ejército supera a otro en una batalla, éste se bate en retirada, pensando tal vez en aquel dicho de que "más vale que digan aquí corrió que aquí murió", y no es raro que la señora reclame a sus chamacos adolescentes porque dejan su cuarto hecho un batidero, o sea, todo revuelto y en plan caótico.
Tal vez existan más aplicaciones del verbo batir y a lo mejor usted las encuentra… Inténtelo.
Escríbale a Don Juan Recaredo, su correo es comodijo2@hotmail.com.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Silvia Reina me plantea una de las preguntas que me hacen con mayor frecuencia: ¿Cómo se dice, el calor o el calor?
RESPUESTA:
El calor es un sustantivo masculino.
Me retiro con esta frase: Es más fácil recomendar "ten paciencia" que tenerla. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.