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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Juan Recaredo

Detalles de nuestra lengua madre

Si nosotros hablamos español, entonces nuestra lengua madre es el latín, porque el español es un idioma latino, o sea, que sus raíces son básicamente latinas. Pero después del latín, tal vez el idioma que más influye en nuestra manera de hablar es el náhuatl, una de nuestras lenguas aborígenes que tiene gran presencia en nuestro hablar cotidiano.

Por ejemplo, lo que en otras culturas latinas es un saltamontes, para nosotros los mexicanos es un chapulín, palabra derivada del náhuatl chapullin. Muy parecida, aunque menos usual, es la palabra capulín, que es una planta cuyo fruto recibe el mismo nombre y es parecida a una cereza.

Como la araña llamada "viuda negra" parece un capulín con patas, entonces se le llama capulina, que asociada con el nombre del cómico Gaspar Henaine, nos parece una palabra inofensiva y hasta graciosa, sin imaginar que la capulina es uno de los arácnidos más peligrosos que se dan en nuestra tierra.

De la palabra chapulín, se deriva el nombre de un lugar que tiene gran arraigo en nuestra cultura y en nuestra historia: Chapultepec, donde se han desempeñado grandes gestas heroicas, empezando por la de los niños héroes que defendieron con su vida el lugar donde se asentaba el Colegio Militar.

La palabra Chapultepec deriva del náhuatl chapoltepec, que viene de chapolli, que ya dijimos lo que significa, y tepetl, que en náhuatl se refiere a un cerro. O sea, que Chapultepec viene siendo "el cerro del chapulín".

La letra CH aparece con mucha frecuencia en vocablos náhuatl. Entre ellos, está el chile y sus derivados, que son muchos: el chilatole, que es un atole con chile; el chilmole, que es una salsa de chile, porque hay que recordar que el mole es una salsa y su nombre viene del náhuatl molli, que se refiere a una mezcla de chiles y otros ingredientes similares, que es precisamente lo que conocemos como salsa.

Hay un atole de chocolate delicioso que se llama champurrado, pero aquí debo señalar que esta palabra no es derivada del náhuatl. El nombre del champurrado se origina en el verbo español champurrar, que se refiere a mezclar varios líquidos. El que sí es de origen náhuatl es el vocablo chocolate, que salió de México e invadió al mundo.

El chalchihuite es náhuatl y se refiere a una piedra preciosa, especie de jade verde, muy apreciado en joyería, y entre los topónimos, que son nombres geográficos, también hay muchos aborígenes, como Chilpancingo, la capital guerrerense cuyo nombre probablemente signifique "lugar de los pequeños chilpan", aclarando que el chilpan es una planta.

Otro topónimo proveniente del náhuatl es Cholula, bella ciudad poblana que se dice que tiene 365 iglesias, de manera que puedes visitar una distinta cada día del año, aunque la verdad es que sólo tiene poco más de cien, que ciertamente no son tantas, pero de todas maneras constituyen un extraordinario número de templos a donde la feligresía puede acudir a expresar su religiosidad.

ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO: comodijo2@hotmail.com.

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Sergio Mayo: Si un lugar donde se vende pan es una panadería y un lugar donde se venden fierros es una ferretería, ¿por qué el lugar donde se vende gasolina es una gasolinera y no una gasolinería?

RESPUESTA:

El nombre del lugar donde se vende un producto no se determina por similaridad con otros negocios. La Academia de la Lengua Española considera que la palabra correcta es gasolinera debido a otros factores. De todas maneras, por ser costumbre arraigada, podemos decir también gasolinería.

Me retiro con esta reflexión: Las ideas son como las pulgas, saltan de unos a otros, pero no a todos les pican. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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