Con un poco de etimologías
El estudio del idioma español no es fácil. Cuando está uno en cuarto año de primaria, empiezas muy valiente a aprender qué es un artículo, un sustantivo o un verbo, pero cuando te tratas de adentrar en los homónimos, parónimos, antónimos y otros "nimos", es cuando se te hace "bolas el engrudo" y se te llena la cabeza de confusión.
Ahora que, si te auxilias aprendiendo un poco de etimologías, es decir, de las raíces de las palabras, las cosas pueden simplificarse bastante. En esta parte del estudio, necesitas saber primero qué significa "nimo". Pues bien, la raíz nimo viene de onoma, que en griego significa nombre. Por eso, al día de tu santo se le llama también onomástico, porque es el día en que se celebra al santo que lleva tu mismo nombre. Tu onomástico es "el día de tu nombre".
Luego, apréndete que homo en griego significa igual… Cuidado, no te confundas, porque homo en latín se refiere a un hombre - por eso el homicida es el que mata a un hombre, o digamos que mata a un ser humano - pero aquí estamos refiriéndonos a la raíz griega. Entonces, homónimos son personas que llevan el mismo nombre. Mi tocayo es mi homónimo.
Burro es sinónimo de asno, eso ya lo sabemos, pero entonces, ¿qué son los sinónimos? Pues son palabras diferentes que significan lo mismo.