Una palabra más cordial que insultante
Una bandeja es una charola, un recipiente que ya todos conocemos, ¿y el bandejo? ¿Existirá la palabra bandejo, masculino de bandeja? No creo y no lo creo por dos razones. Primera, porque no viene en el diccionario, y segunda, porque la acabo de inventar.
La inventé por necesidad, porque hace mucho tiempo quería hacer un artículo sobre una palabra muy parecida que empieza con P y que en México usamos frecuentemente como sinónimo de tonto o estúpido.
Le diré que la palabra que aquí disimulo, en esencia no tiene nada de malo. Se refiere a un mechón de pelo que nace en el pubis o en las ingles, pero decirla tal como es, se considera de mal gusto, se considera una vulgaridad, y si la decimos ante "personas decentes", éstas nos verán con "cara de fuchi", aunque todos sabemos que esas personas decentes a cada momento también la usan. Pues por si alguno de mis lectores pudiera sentirse ofendido o molesto, mejor usaré la palabra bandejo, que aunque lleve cambiadas las dos primeras letras, prácticamente tiene la misma resonancia que la otra.
Es de uso tan común esa aludida, pero no mencionada palabrita, que ha dado lugar a muchas frases y razonamientos, hasta que allá por 1958 en mi querido Monterrey apareció el Maistro (no maestro, sino Maistro) Hermenegildo L. Torres haciendo y exponiendo toda una filosofía alrededor de los "bandejos", con un toque humorístico genial.
El Maistro Torres tenía un taller de fotograbado y a eso se dedicaba, pero en sus ratos de ocio se ponía a pensar en que todos somos algo bandejos (unos más que otros, gracias a Dios) y que hay que aceptar humildemente ese hecho que nos hermana y nos hace a todos iguales, iguales de bandejos.
Escuchar una disertación del Maistro Torres era acabar con dolor de estómago a causa de la risa que él nos provocaba… y no era precisamente un contador de chistes. Simplemente, exponía situaciones tan reales y cómicas que todos hemos vivido y con ello hacía que nos dobláramos con una carcajada.
La filosofía del Maistro era que: "Es más fácil aceptar ser bandejo que demostrar no serlo", y la norma se exponía en una simple rima: "Si quieres llegar a viejo en forma reglamentaria, debes hacerte bandejo, lo menos una hora diaria".
Con esas ideas, fundó la PUP, siglas cuyo significado es "Por la Unificación de los bandejos", y lo más gracioso de todo su material son las clasificaciones de las cuales siempre habrá alguna - o varias - en las que uno puede acomodarse.
Usted tal vez sea el "bandejo esférico", que es bandejo por cualquier lado que se le vea, o el "bandejo de larga distancia", aquel que lo ven como a 300 mts y todos dicen: "Mira, allá viene aquel bandejo".
Entre otras muchas, una clasificación genial era la del bandejo intrigado, el que después de haber cometido una de sus bandejadas, se preguntaba a sí mismo: Bueno, ¿qué de veras seré yo tan bandejo…?
ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO: comodijo2@hotmail.com.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Mi abuela nos decía chamacos verijones. He buscado la palabra verija, pero no viene en el diccionario. Yo creo que es la piel bajo la ingle y la parte interna, ¿usted sabe el significado? Dr. Pedro Moreno González.
RESPUESTA:
La palabra VERIJA SÍ está en el Diccionario de la Real Academia Española. Viene del latín virilia, que es lo referente a la virilidad. Verija es la región donde se ubican las partes pudendas.
Me retiro con esta super frase de Sir Winston Churchill: El político debe ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, el mes próximo y el año que viene y de explicar después por qué no ha ocurrido. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.