Verdadera historia de un tango inmortal
Nadie puede decir que conoce Buenos Aires si no ha recorrido el caminito, que aunque el tango dice lo contrario, "…el tiempo no lo ha borrado". Ahí está, ahí está (como la Puerta de Alcalá), pero está convertido en un interesante paseo que es cita obligada de turistas, especialmente de los amantes del tango, que hay en el mundo y que no son pocos.
El caminito que dijo el poeta, "que juntos un día nos viste pasar", es ahora un museo al aire libre en el Barrio de la Boca, pero ha pasado por varias etapas desde 1903 en que empezó esta romántica historia.
Fue en esos remotos tiempos cuando Gabino Coria Peñaloza llegó a la ciudad de Olta, provincia de La Rioja, donde tuvo que quedarse un poco de tiempo porque un río crecido no le permitía regresar. Ahí conoció a María y se enamoró de ella. Se enamoraron los dos, y cuando al fin el río lo permitió, Gabino tuvo que irse, pero le dejó a María la promesa de que pronto regresaría por ella. Le dejó la promesa y "algo más" porque resulta que de aquella relación, María quedó embarazada.
Sin embargo, cuando regresó el poeta, la familia de María ya no estaba, se la había llevado sin decir a donde y Gabino, triste y angustiado, reaccionó como reaccionan los poetas, hizo una poesía que se refería al caminito por donde él iba a ver a su amada y que entonces estaba - el caminito - "bordado de trébol y juncos en flor".
Años después, el músico boquense Juan de Dios Filiberto, inspirado en otro caminito, el que recorría todos los días para ir a su trabajo, hizo un tango, sólo la música, recordando que cuando pasaba por ahí, siempre había una joven que lo saludaba desde su ventana.
En 1925, para festejar la temporada de carnaval, en Buenos Aires se convoca a un concurso de canciones nativas. Filiberto y Coria se conocían y deciden concursar. Parece que Fili le dijo a Gabino: ¿Sabés una cosa, che? Mirá que yo compuse un tango que me quedó macanudo y lo llamé "Caminito". Gabino emocionado le debe haber contestado: "Sos un atorrante, che. Fijate que yo tengo un poema que se refiere a un caminito de cuando estuve enamorado de una pebeta que desde que se fue nunca más volvió y desde que se fue, triste vivo yo… Tarareame tu tango, boludo, y vamos a ver si podemos adaptar mi poema a tu pieza musical…"
Pues sí pudieron. El resultado fue genial y así entraron al concurso, ¡y lo ganaron!, pero el público protestó la decisión con abucheos y silbatinas porque decían que la pieza ganadora era un tango y como todos los tangos, era trágico y muy triste y lo que ellos querían era una canción festiva para alegrar las fiestas carnavalescas.
De todas maneras, el tango ahí quedó, y cuando lo interpretaron célebres figuras como el gran Carlos Gardel, el tango "Caminito" alcanzó la perdurable fama mundial que ahora tiene.
ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO: comodijo2@hotmail.com.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
¿Por qué se le llama así a una tlapalería? Carla Cisneros.
RESPUESTA:
Tlapalería es una voz de origen náhuatl. Viene de "tlapalli", que se refiere a ciertas pinturas que usaban nuestros antepasados.
Me retiro con esta reflexión: La muerte es una vieja historia y sin embargo siempre es nueva para alguien. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.
Por: Juan Recaredo