El gobernador de California, Jerry Brown, levantó ayer el estado de emergencia por la sequía para la mayor parte de la entidad, que regía desde 2014, reportaron sus voceros.
La resolución exime a los condados de Tulare, Fresno, Kings y Tuolumne, que aún enfrentan algunos problemas con el abasto de agua. Mientras que el almacenamiento superficial y la capa de nieve están en máximos casi récord, las aguas subterráneas de California siguen agotadas.
El anuncio de Brown se dio después que ocurrió una de las temporadas de lluvias más abundantes en el estado, y dos años después de que se impuso recortes obligatorios de agua para los usuarios urbanos.
"Esta emergencia de sequía ha terminado, pero la próxima sequía podría estar a la vuelta de la esquina", advirtió Brown en un comunicado. El gobernador declaró el estado de emergencia por la sequía en enero de 2014.
Aun así, el suspender la orden es una medida meramente simbólica que no retira la mayor parte de las restricciones. Las autoridades insistieron en que mantendrán algunas reglas de conservación para los 40 millones de habitantes del estado.
