Al no existir pruebas que los vinculen con los delitos de homicidio calificado, ayer miércoles fueron dejados en libertad los nueve comuneros detenidos la semana pasada en el poblado indígena de Arantepacua, municipio de Nahuatzen. Además, fue liberada una persona más, que había sido detenida en Morelia, acusada de privación de la libertad.
Primero, el juez de Control, Juan Salvador Alonso Mejía, dictó auto de libertad a ocho de los nueve comuneros detenidos por fuerzas estatales y acusados de homicidio calificado en su modalidad de tentativa. Visiblemente golpeados, los ocho comuneros abandonaron las salas de juicio oral en Morelia para reunirse con sus familiares.
El juez determinó que no eran contundentes los argumentos de la fiscalía para vincular a proceso a los ocho indígenas por las lesiones de los siete policías heridos de bala el pasado 5 de abril. La defensa planteó al juez que con base en las mismas pruebas que presentó la PGJE, los disparos que se hirieron a los policías provenían de las armas que portaba el personal de la misma Secretaría Pública.
Además, evidenció, junto al juez, que no fueron sólo 20 los policías armados que irrumpieron en Arantepacua, como lo afirmó el titular de la SSP, Juan Bernardo Corona Martínez, sino más de 100, con lo que se descartó la presunta emboscada. No obstante, los 8 indígenas sí fueron vinculados a proceso por el delito de ataques a las vías.