Seguros. La Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila tocará este sábado en el Palacio de Bellas Artes, con programa especial.
Para el director de la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila, Natanel Espinoza, el debut de la agrupación en el Palacio de Bellas Artes, de la Ciudad de México, el próximo sábado 28 de enero, es la confirmación de la importancia de la orquesta coahuilense, en el recinto cultural más relevante del país.
No sólo por su acústica o belleza arquitectónica, sino por su propia historia y los grandes directores que han pasado por ahí. "Para la filarmónica es un logro tan importante, que viene a convertirse en un parteaguas para mí y para la propia orquesta".
El joven director, explicó que uno de los objetivos que en un inicio la intención era llevar una gala norteña, cien por ciento, con compositores coahuilenses, pero investigando un poco, por el público exigente del Palacio de Bellas Artes, acostumbrado al repertorio sinfónico tradicional, pensó en otras cosas.
"Empecé a explorar entre una gala norteña y el repertorio sinfónico tradicional, esto nos llevó a apostarle a una obra que nos identificara geográficamente, escogimos a Arturo Rodríguez, el compositor del que interpretaremos un díptico sinfónico bellísimo, titulado Maximiliano y Carlota", explicó el director.
Una obra en dos movimientos que originalmente estaba pensada como ballet, curiosamente se sitúa en el Castillo de Chapultepec, compuesto en el norte del país, pero situado en la capital.
"Después de haber elegido esta obra, dentro de la programación presentamos un concierto con un solista invitado lagunero, el maestro Martín Madrigal, guitarrista coahuilense reconocido internacionalmente. Y como obertura y sinfonía le apostamos a dos oberturas, la de la Ópera Rienzi, de Wagner; y la Quinta Sinfonía de Chaikovski", agregó Natanael.
Con esto la orquesta espera mostrar su ADN, que es geográficamente hablando, cómo se comporta la música del norte del país, pero también con dos obras que son universales y que pueden mostrar la calidad de la orquesta.
Pisando su tercer año, la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila, está integrada por 65 músicos, su sede es en Saltillo, pero el programa anual la lleva a recorrer no sólo diferentes foros de la capital del estado, sino todos los municipios de la entidad.
"Nosotros tenemos tatuado el eslogan de 'Cultura para todos', que es lo que la Secretaría de Cultura de Coahuila nos instruyó. Buscamos aportar lo más que podamos en este esfuerzo, además de la temporada regular, tenemos una temporada muy nutrida en escuelas, hospitales, en los Centros de Readaptación Social del Estado, y los teatros, plazas y foros que puedan ser posibles en Coahuila, estamos constantemente en movimiento, para lograr setenta o más conciertos en un año".
Una agrupación que indica el director, en una semana sin viajes, ensaya más de cinco horas diarias, en ensayos individuales y grupales, muchos fines de semana giran para presentarse en diferentes municipios.
"Somos una orquesta muy unida, eso se logra a base de quererlo hacer, no es mágico, yo les pido a la orquesta un buen ambiente cultural, porque nos dedicamos hacer arte y eso se transmite en el escenario, no sólo suenan las notas, yo siempre apuesto a un ambiente de trabajo sano, porque somos un equipo".
"Desde el principio he estado preocupado porque mis compañeros estén contentos, que tengan una cordialidad y sobre todo que crean en el proyecto".
La clave del director
Natanael Espinoza, director de la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila, se siente contento de estos dos años, considera que se han logrado importantes metas, como su debut en Bellas Artes, y sobre todo posiciones en la escena musical. "Yo siempre apoyo a los músicos, nosotros tenemos una naturaleza, es tocar, ser solista, pertenecer a otras agrupaciones, cuando uno como director obliga a que el músico esté atado a la orquesta, se frustra, un músico está hecho para tocar y salir, cuando a mí un músico me dice que lo invitan de solista con una orquesta lo celebro y lo apoyo, hacemos lo posible por ser facilitadores y que ellos también en lo personal brillen".