Cifra. La cifra de llegadas a Italia supera el total registrado en el primer trimestre en 2015 y en 2016.
Más de 20 mil refugiados e inmigrantes han arribado este año a Europa, la mayoría a Italia, tras cruzar el mar Mediterráneo, pero 525 perdieron la vida en su travesía, reportó ayer la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Del total de 20 mil 484 llegadas, 16 mil 248 lograron arribar a costas italianas entre el 1 de enero y 19 de marzo, lapso en el que también 481 personas murieron ahogadas, mientras tres mil 236 inmigrantes llegaron a Grecia, pero dos fallecieron.
En tanto, otros mil refugiados e inmigrantes cruzaron aguas del Mediterráneo hasta llegar a España, sin embargo 42 personas perdieron la vida durante la travesía, de acuerdo con el reporte publicado este martes por la OIM.
El portavoz de la OIM, Joel Millman, precisó que la cifra de llegadas a Italia hasta ahora ya duplica el total registrado en el primer trimestre de 2015 y supera ampliamente los datos de igual periodo pero de 2016.
"Aún no ha acabado marzo y ya estamos viendo un número de llegadas que supera lo nunca visto en el Mediterráneo (Central)", dijo en rueda de prensa en Ginebra.
Un total de 363 mil 401 personas arribaron a Europa a través del Mediterráneo en todo 2016, año en el que también cinco mil 802 inmigrantes murieron o desaparecieron, según cifras de la OIM.
NIños refugiados en Alemania
Muchos de los niños migrantes que llegan a Alemania siguen pasando largos períodos en albergues poco seguros y abarrotados, y algunos tienen acceso limitado a la educación y no reciben una atención sanitaria adecuada, dijo ayer martes la agencia de Naciones Unidas para la infancia.
El estudio de UNICEF sobre la situación de 350,000 niños y adolescentes que llegaron a Alemania como refugiados desde 2015 dice que suelen pasar meses, e incluso años, el albergues donde a veces son testigos o están expuestos a violencia y abusos. Sólo un tercio de todos los menores alojados en albergues tiene acceso a educación, explicó el informe. Los niños refugiados no tienen el mismo acceso al tratamiento de enfermedades crónicas y psicológicas que los alemanes, agregó. Para el estudio, UNICEF entrevistó a unos 447 trabajadores de residencias para solicitantes de asilo, que hablaron de forma anónima, entre mayo y septiembre de 2016.