El problema es que, al ser declarado muerto, el gobierno se queda con parte de su paga. (INTERNET)
Adam Ronning, quien tiene 33 años de edad, lleva 29 años intentando demostrar legalmente que no está muerto.
Actualmente es un técnico de paneles solares y, al igual que los demás habitantes del estado de Minnesota, tiene impuestos retenidos en su cheque semanal de paga.
El problema es que, según el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (ISR), el hombre está muerto y, en consecuencia, parte de su salario retenido nunca le es devuelto por el gobierno.
Cuando Ronning tenía 4 años de edad, fue declarado muerto, por error. En mayo de 1987 su madre, Linda Picard-Millett, recibió una carta de la Administración del Seguro Social informándole que ya no podría recibir la manutención para su hijo porque el niño había sido declarado como muerto.
"Llamé a la Seguridad Social y les dije: ¿Qué quieren decir con que ha muerto?", relata la señora al canal ‘Fox News’. "Se disculparon y me aseguraron que se encargarían de solucionar el problema y que emitirían un certificado de resurrección, pero nunca me dieron una copia", añade ella.
Después, en 2009, durante una declaración de impuestos, Ronning se dio cuenta que de nueva cuenta su problema volvía a aparecer. "Cuando el IRS me devolvió solo la mitad de lo que me correspondía, me explicaron que la razón por la que no podía obtener mi reembolso completo era porque yo estaba muerto".
Y aunque el Departamento de Hacienda envió a Ronning una carta en la que reconoce que está vivo, la situación no ha mejorado, de hecho, hasta ha empeorado. Ahora en lugar de recibir la mitad del reembolso, Running ya no recibe nada.
