Multitudinaria. Dos millones de personas asistieron a la marcha del orgullo gay en Madrid.
Esta ciudad celebró ayer su condición de capital gay. Dos millones de personas, según organizadores, la recorrieron, en una reivindicación festiva de la diversidad sexual y el derecho a ser diferente en todos los rincones del planeta.
Música electrónica, cánticos contra la homofobia, pelucas, zapatos de plataforma, pobladas barbas, abanicos y sombrillas contra el sol. Todos los símbolos de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero, travestis, transexual e intersexual (LGBTTTI) se reunieron en una manifestación apabullante que superó a la del Orgullo Gay madrileño de 2016, que contó con unos 1.2 millones de asistentes, y la anterior World Pride de Toronto, en 2014, con alrededor de 12 mil participantes. Por primera vez una sola ciudad era sede de la World Pride y la Euro Pride, las celebraciones mundial y europea del respeto sexual. Una semana de celebraciones culminó ayer con la lectura de un manifiesto en la plaza de Colón donde la protagonista fue la alcaldesa, Manuela Carmena, una juez de 73 años que se ha convertido en la embajadora de la apuesta madrileña por la diversidad.