Unas 335 ballenas han muerto y 220 siguen varadas.
Un nuevo grupo de 240 ballenas nadó el sábado hasta vararse en una remota plaza neozelandesa, apenas unas horas después de que agotados voluntarios lograran reflotar a otro grupo de cetáceos tras un episodio masivo de ballenas encalladas. En total, más de 650 ballenas piloto se han varado.