Ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan.
Pero no hagan lo que ellos hacen, porque no practican lo que predican.
Mateo 23.3
Mil años hacía que Constantino estableciera como religión obligatoria imperial el cristianismo; su jerarquía superior era conocida como el "Alto Clero"; ésta ejercía gran influencia y poder por toda Europa; era la protectora espiritual. Sus miembros, nobles por nacimiento, estaban exentos del pago de impuestos, recaudaban el diezmo y ejercía dominio total en todos los sectores. El Papa, máxima autoridad, tenía potestad para intervenir tanto en lo espiritual como en lo temporal; ello le permitía determinar las investiduras de los reyes y nobles. Ofrecían ventajas celestiales como las indulgencias y determinaban cuáles eran las virtudes morales que todos debían seguir.
Los cardenales, vivían una religión a la carta, podían ordenar lo que quisieran, desde palacios o feudos, hasta las más ricas viandas y vinos; la imagen de Cristo que tardó siglos en penetrar en toda Europa, el alto clero la destruyo en poco tiempo; tanta corrupción terminó creando una brecha entre la jerarquía eclesial y su ideal principal que era la salvación de las almas.
Hoy México vive la misma historia con el árbitro electoral; todo parece indicar que el consejo Nacional del INE, se inclina ante el poder ejecutivo y realiza acciones para protegerlo. Ejemplos: no censuraron a quienes asaltaron casillas y robaron urnas en Coahuila; tampoco criticaron a los secretarios de estado federales que visitaron una y otra vez el EdoMex para repartir, junto con autoridades locales, tinacos, despensas, dinero en tarjetas electrónicas e incluso casas, ellos abusaron de programas sociales en obvio proselitismo a favor de un candidato; no distinguieron que el ejecutivo federal actuó como jefe de la campaña de su primo; No, todo eso no mereció la reprobación de la autoridad electoral, aunque hayan hecho añicos la equidad en los procesos electorales.
Voltearon la cara al lado contrario a sus principios rectores y prefirieron disfrutar de privilegios monetarios y de poder. La construcción de la democracia en México ha durado decenios y el Consejo General del INE lo ha destruido en una sola elección. Se engaña el titular cuando afirma que "va a remontar la crisis de confianza que se vive en nuestro país, desde abajo", lo cierto es que el pueblo ya no cree en ellos.
Fuera de Roma vivían los arzobispos; también pertenecían al alto clero con menor rango; dependientes del Vaticano al tener que seguir el dogma y las leyes eclesiásticas sin cuestionar ni dudar; se sentían "realeza eclesial provincial", por lo que sus prebendas y riquezas, eran muy elevadas; poseía magníficos palacios y rentas cuantiosas. El poder arzobispal dependía de las divisiones territoriales y la riqueza del reino o feudo que dirigían espiritualmente; su influencia local era tal que podían decidir, sin temor a ser juzgados, sobre los poderes terrenales de su dominio, además, recibían del rey de este, trato especial y ellos correspondían cumpliendo los caprichos del sátrapa, santificando sus excesos y beatificando a su amigos y herederos.
En los estados se crearon las oples, curia provincial con recursos inmensos para gastarlos en lo que mejor les pareciera, sueldos, prestaciones y prebendas. Su finalidad no era una elección sana, justa, democrática; sino que ganara aquel que el amo ordenara; por ello se apresuraron a bendecir y a entregar rápidamente la constancia de santidad. Antes habían asegurado sus bonos personales y familiares.
En este rango están los vocales locales del INE; deben seguir la normativa enviada por el "Alto Consejo" sin siquiera atreverse a dudar de la eficiencia y hasta legalidad de la misma.
Había también parroquias y conventos donde vivían capellanes y abades, los cuales dependían del poder central, eran los que daban la cara directa a los fieles. Los curas de las parroquias pobres y los monjes mendicantes que erraban de pueblo en pueblo, eran los verdaderos evangelizadores, caminando grandes distancias en condiciones climatológicas extremas; su ingreso apenas alcanzaba a satisfacer las más apremiantes necesidades. Ellos eran quienes auténticamente llevaban el mensaje evangélico; iban de casa en casa predicando la palabra de salvación y promovían las bases de la fe. Realmente su pobreza era manifiesta y el alto clero se solazaba con exigirles más responsabilidades y, en caso de fallas, ellos eran los "chivos expiatorios"; se les castigaba duramente cuando expresaban los reclamos que la población hacía de la forma de vivir del alto clero, contraria a los principios cristianos.
Los verdaderos promotores de la democracia y de la participación ciudadana son los Capacitadores Asistentes Electorales del INE; humildes trabajadores que tienen que visitar, convencer y capacitar a los ciudadanos insaculados. Para ellos todos los días y todas las horas son hábiles. Su salario es realmente miserable, menos de tres veces el mínimo y solamente por los meses de elecciones. En el caso de Coahuila, como falló el IEC en el material electoral, tuvieron que sacar copias de boletas y actas mal elaboradas y hasta hacer milagros para capacitar a los funcionarios de casilla. Otro ejemplo del "Bajo INE" son los consejeros ciudadanos de los distritos de Coahuila, con dietas menores a lo que gana una sirvienta de casa particular y ajustadas a días efectivos del proceso electoral: ¿Tendrá el Alto INE el firme propósito de acabar con la ciudadanización dentro de él?
Ha llegado el momento en que la ciudadanía interpele al Árbitro Electoral Federal por su actuación; en él, algunos por unos pesos, ponen a las brasas su dignidad. Que analice su estructura aristocrática y piramidal carente de sensibilidad humana; con actos denigrantes hacía la justicia electoral y protegiendo los ineficientes oples estatales.
2018 plantea elecciones complicadas y no parece haber institución creíble para dirigirlas; entonces: ¿quién podrá ayudar a la democracia mexicana?