Corría el año de 1927 y todos hablaban de elecciones presidenciales; Calles era el presidente y aún estaba presente en las mentes la no reelección; varios inquietos jefes ex - revolucionarios creían que el país les debía y que llegaba su momento cumbre. Álvaro Obregón había ocupado el cargo de 1920 a 1924 y Calles lo concluiría el 1 de diciembre de 1928. Parecía que habría vía libre, máxime que así cantaban a coro los dos jerarcas sonorenses. Ellos traían su juego, pero no mostraban las cartas; todo sería una farsa; ya estaba decidido quién quedaría; pero al viejo estilo porfirista, se dio cuerda a posibles candidatos, simulando que habría "piso parejo" en el proceso electoral, a ver cuántos ingenuos caían...
Francisco R. Serrano, secretario de Guerra y Marina, regente del Distrito Federal e hijo político del caudillo, quería jugar y también Arnulfo R. Gómez; quien ganara en batalla el grado de general. Gómez era fiel seguidor de Calles, a él debía la presidencia por ser quien derroto a Adolfo de la Huerta, cuando éste se insurreccionó en 1923 contra la imposición obregonista. Ambos políticos iniciaron su campaña presidencial desde julio de 1927; acordaron inicialmente sostener los principios de la no reelección; más tarde se pronunciarían contra la corrupción del gobierno callista y la imposición de Obregón en una reelección que apuñalaba los ideales revolucionarios por los que murieron un millón de mexicanos.
El 3 de octubre de 1927, en Huizilac, Morelos, Serrano fue cruelmente masacrado, se alegó que intentaba matar a Calles y a Obregón; algo que nunca se pudo comprobar; la leyenda negra cuenta que el cadáver de Serrano fue llevado al sótano del castillo de Chapultepec; ahí Obregón desquitó su coraje cacheteando al cadáver. Un mes más tarde, el 5 de noviembre, Gómez fue fusilado. Así terminaban las esperanzas de quienes creyeron en la simulación democrática de los creadores del sistema político que aún padecemos los mexicanos.
Coahuila 2017; el orgullo norteño de la corrupción; ahora especialista en generar impunidad impúdica. ¿Sistema anti o pro-corrupción? Para simular la creación de un sistema anticorrupción se lanzan promociones en lo oscurito; convocatorias a escondidas que solamente ven quienes son convocados. En el caso del Fiscal, uno para ocupar el cargo y tres para cubrir apariencias; el resto de la población queda obstaculizada; huérfana de capacidad para proponer personas idóneas. Para conformar la Comisión anticorrupción se convoca a organizaciones de la sociedad civil y a instituciones educativas; pero no permea la realidad maquiavélica de la simulación gubernamental con organismos satélites del gobierno. Con ingenuidad y/o esperanza soñadora, acuden quienes buscaban hacer bien las cosas; el congreso local simula imparcialidad que ofende cuando se descubre que ya todo estaba decidido; que cuando se entrevistó a los honestos la curia dominante que finge hasta pleitos entre hermanos, ya había palomeado a "sus buenos".
¿Cómo creer en un Fiscal anticorrupción que trata de aparentar independencia si asevera mentiras como: "las licitaciones del gobierno son transparentes? ¿Cómo atrevernos a pensar que siempre estará informado, capacitado y actualizado si afirma: "Normalmente no leo el periódico oficial"? Además, su ignorancia se potencializa cuando en una entrevista radiofónica expresó criterios como "Los funcionarios no conocen el código penal" y con ello quisiera justificar el no aplicarles la ley, como si la ignorancia de la misma excusara su cumplimiento. Pero la cereza del pastel luce cuando demuestra absoluta carencia de sentido jurídico al manifestar que esperaría que llegaran las denuncias de corrupción para empezar a actuar. Señor Fiscal, su función es perseguir delitos de funcionarios públicos, rastrearlos e investigarlos de oficio, sin esperar denuncia alguna. Comisión y fiscal, títeres, hombres y mujeres de paja que fingirán para aprobar sólo lo que les dicte el amo. Por ello sí importa, e importa mucho que fiscal y comisión fuesen autónomos, no monigotes defendidos por jilgueros maiceados.
Claro que en Coahuila "ningún chile nos embona" y que lo corrupto "cuenta y cuenta mucho" Porque si algún ingenuo cree que investigarán el fraude de la mega deuda, esa que "ya no es tema actual" pero que nos tiene como estado insolvente con un gobierno irresponsable; o a las empresas fantasmas; la activísima participación del gobierno del estado en las elecciones a favor del delfín; la corrupción imperante en las secretarías y órganos descentralizados, como el Simas, la pérdida de recursos del ISN; o los fraudes con la iluminación LED en Torreón, el teleférico y la pavimentación, pues se puede seguir chupando el dedo por un buen rato, porque ese fiscal dedeado, no va a encontrar nada de eso.
Después de haberse agazapado suponiendo una casi imposible honorabilidad en el sistema estatal anticorrupción, ahora los funcionarios más deshonestos empiezan a sacar las uñas y hasta se atreven a auto-homenajearse, como el recién desenmascarado gerente de SIMAS, organismo con bajísimo nivel de servicios, pero pagando millones a proveedores fantasmas y buscando permanentemente culpables para "sanear" su ineficiencia.
Y dado que los políticos de esta satrapía coahuilense fueron a Cuba a ser adoctrinados sobre cómo dañar al pueblo; les recuerdo como grotesco símil, la frase con la que Fidel Castro terminó su defensa en el juicio tras asaltar el cuartel Moncada: "La historia me absolverá". Déspotas de este malogrado gobierno, les auguro, profetizó y hasta vaticino, que a ustedes: "Sí los condenará".
