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METÁFORA CIUDADANA

LOS GOLEMS COAHUILENSES

DR. LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ PH.D.

Martín Luther King

La tradición y la leyenda hebraica en la Europa medieval hablan de la creación de un golem; un coloso de piedra fabricado a partir de materia inanimada; significa "Tonto" es un ser burdo que no habla. A un ilustre rabino del Siglo XVI se le atribuye haber creado al golem checo para defender el gueto de Praga de ataques antisemitas, así como para atender también el mantenimiento de la sinagoga. Desde ciertos conceptos judaicos, mediante actos mágicos, toda persona con un cierto grado de nigromancia podría adquirir la sabiduría y el poder maléfico para insuflarle vida a la materia inerte y, con ello crear golems, obedientes a su creador, pero carentes de alma, de vergüenza y dignidad. Infatigables falderos, siguen las órdenes sin jamás cuestionar nada a su amo, son simples muñecos de inerte voluntad y nula inteligencia; incapaces de discernir entre el bien y el mal; idiotas morales que no saben cuándo detenerse.

La existencia de un golem presenta entonces ventajas y desventajas; es fuerte, pero no discurre; si se le ordena una tarea, la realizará de un modo sistemático y ejecutando las instrucciones literalmente, sin cuestionamiento ninguno. Esta creencia nace de una anécdota, según la cual, la esposa del rabino le ordenó al golem que fuera "al río a sacar agua"; el engendro accedió, sólo que siguió la orden al pie de la letra: fue al río, y comenzó a sacar del mismo tanta agua sin parar, que terminó inundando la ciudad.

Según la leyenda judía, el golem es incapaz de razonar; teniendo por tanto la posibilidad de rebelarse e incluso, atacar a su creador y a todos los demás seres que le rodean. Cuando se creó el monstruo se introdujo en su boca un pergamino con el nombre de Jehová. Cuando se quería eliminarlo, bastaba con retirarle el escrito y así perecería. Sin embargo, tras el mal hecho a las personas, él no tendría castigo alguno y tampoco su creador, así todo quedaría tranquilo y en paz.

Seguramente el actual virrey de Coahuila conoce esta leyenda muy bien y la ha aplicado, con bastante precisión cabalística. A lo largo de su perversa gestión ha creado varios golems que le han prestado excelentes servicios. Sólo que, con audacia y cinismo, desde su gestación, les ha introducido escrito el término bíblico mammón; símbolo de la deshonesta riqueza; listo para arrancárselos y destruirlos cuando fuese necesario.

Ejemplos de goles coahuilenses vivientes son muchos: las dos legislaturas que cobraron y saquearon bajo su complacencia aprobando leyes contrarias a los intereses de la comunidad; legalizaron la megadeuda que nos aprisionará hasta 2047 y la reestructuraron a favor de los bancos y contra los intereses populares y del estado; forjaron instituciones que garantizan la impunidad de la oligarquía actual y convalidaron la creación del Instituto Estatal Electoral, vasallo al partido oficial y sumiso a la despótica voluntad; fraguador de partidos políticos subyugados y pedigüeños, amén de asegurar como sucesor en el gobierno estatal, a otro golem amaestrado.

Un poder judicial con las mismas características del legislativo; tanto en lo general como en lo electoral; simples títeres de la voluntad omnímoda del sátrapa que los forja y alimenta; vulgares criaturas sin alma ni corazón, a quienes nutre con migajas caídas de la opípara mesa donde campea como postre la corrupción. Hoy se destacan las últimas acciones que está realizando ésta podrida administración, continúa con la misma tónica de crear golems a quienes pueda controlar totalmente, pero desde luego, instalando el remedio destructivo desde el principio, por si llegara a necesitarlo.

Ya instauró un Fiscal Anticorrupción que jamás perseguirá empresas fantasmas y demás asaltos al erario que se ha manejado como caja chica familiar a nivel estatal, y en Torreón fingirá no saber nada de infinidad de estafas y defraudaciones como los 65 millones del Impuesto Sobre Nómina que debieran usarse en drenaje pluvial y cárcamos que impidieran que cada vez que llueve se inunden las colonias del sur y oriente de la ciudad o el ilegal desvío de los recursos para la pavimentación.

También se han creado golems nodrizas como la comisión que designará al Consejo Ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción, que buscará gestar siameses de ellos que jamás investiguen los delitos oficiales generados y que se generen. Y, finalmente, el magagolem: el Fiscal General, ese que buscará solapar, encubrir y hasta borrar todo lo negro de las dos administraciones estatales y municipales inmediatas anteriores, o que busque acabar con las Cuentas falsas e inexactas de los delitos múltiples que se realizan en Torreón y que sirven para que el gobierno presuma, triunfalistamente, reducciones drásticas, cuando la verdad es un crecimiento galopante de fechorías y obstruyan, amenacen y hasta hostigue a los ciudadanos que se atreve a promulgar la verdad.

Cierto que muchos ciudadanos honestos se han aventurado y, hasta atrevido, diría yo, a postularse para esos cargos, con la esperanza de que pudieran ser considerados adecuados al ministerio solicitado. Sí, varios lo son, salvo que éstos se atreven a pensar y mantienen cerrada la boca; entonces dejan de ser aptos; si no comen el nombre de mammóm; no serán invitados al pestilente festín del saqueo continuo; no sea que como Frankenstein un día se rebelen y busquen matar al padre que les dio vida.

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Escrito en: Metáfora ciudadana

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