Unidos. Líderes de varias religiones participaron en una vigilia.
La mezquita del barrio de Didsbury, a la que presuntamente acudía el autor del atentado del lunes en Mánchester, llamó a "cualquier ciudadano que tenga información sobre ese individuo a contactar con la Policía".
El portavoz y miembro del consejo de administración del templo, Fawzi Haffar, condenó "el atroz" ataque y subrayó que "tal acto de cobardía no tiene lugar en nuestra religión ni en ninguna otra". Acompañado de otros representantes del adyacente Centro Islámico de Mánchester, Haffar compareció ante decenas de periodistas llegados de todo el mundo, aunque no admitió preguntas.
Haffar subrayó que el terrorista suicida, el británico de origen libio Samal Abedi, de 22 años, "jamás trabajó en esta mezquita", en contra de las noticias "fabricadas por algunos medios" que han asegurado que era tutor en el aprendizaje del Corán. El portavoz no precisó si Abedi había acudido a la mezquita junto con su padre, Ramadan Abedi, o si se encargaba de la informática en el centro.