Salieron decepcionados.
La legislatura de Miami Dade ignoró ayer viernes las súplicas de la comunidad para proteger a los inmigrantes y declarar al condado como un "santuario". En cambio, respaldó la decisión del alcalde de colaborar con el gobierno nacional por temor a dejar de recibir cientos de millones de dólares de fondos. En una sesión especial que duró cerca de seis horas, la mayoría de los legisladores locales votó en favor de una orden ejecutiva del alcalde Carlos Giménez, que dispone que los extranjeros detenidos por algún delito permanecerán 48 horas en prisión.