Enredado. Temer admitió que en 2011 viajó junto a su familia en un avión particular del empresario Joesley Batista.
El presidente brasileño Michel Temer admitió haber usado el avión del empresario Joesley Batista, quien grabó una conversación que mantuvieron en la residencia presidencial en marzo pasado, y lo acusó de recibir un soborno de su empresa a cambio de favores políticos.
Temer cambió la versión otorgada la víspera y admitió ayer miércoles en una escueta nota que Temer usó en 2011 el avión de Batista en un viaje "para llevar a su familia de Sao Paulo a Comandatuba", una localidad balnearia del estado de Bahía, al noreste del país. Temer, quien en esa época era vicepresidente, no registró en la agenda oficial el desplazamiento, ni el uso de la aeronave de este empresario del grupo cárnico JBS, que se encuentra en el ojo del huracán tras revelar millonarias propinas a cientos de políticos de todo Brasil.
El mandatario "no sabía a quién pertenecía la aeronave y no pagó por el servicio", agregó la nota. Batista también grabó una conversación que mantuvo en Planalto con Temer, quien presuntamente autoriza la entrega de sobornos para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
