El gerente general, Scott Perry (i), y el presidente Steve Mill de Knicks. Mills y Perry cambian la identidad de los Knicks
Magic Johnson ya se dio cuenta. Carmelo Anthony, también.
Los Knicks de Nueva York, el equipo que hasta hace poco transitaba sin rumbo, parece tener un plan. La franquicia que se caracterizó casi exclusivamente como un origen del caos, ahora luce como una organización profesional de la NBA gracias al presidente Steve Mills y al gerente general Scott Perry - y el cambio no solo se refleja en la duela.
Al igual que el resto de la liga, estos dos hombres quieren ganar. Pero antes de conseguirlo, quieren que los Knicks desarrollen los rasgos de una franquicia modelo, y no un modelo disfuncional que se había convertido en su identidad.
"Sabía que teníamos que cambiar muchas cosas y estamos en ese proceso", dijo Mills.
Hasta el momento, todo va bien. Los Knicks llegaron ayer con marca de 16-14 a su duelo del contra Boston - nada mal para un equipo que cambió a su presidente en la víspera de la agencia libre y luego canjeó a su máximo anotador justo antes del inicio de los campos de entrenamiento.
"Mis respetos para mi buen amigo Steve Mills. Está realizando una excelente labor", escribió Johnson en Twitter después de que los Knicks derrotaron a los Lakers el 12 de diciembre. "Estos jóvenes Knicks tienen un futuro prometedor".
Mills y Perry quieren que los Knicks sean reconocidos como un equipo competitivo, que trabaja fuerte, que defiende fuerte.
Ayer, los Knicks derrotaron 102-93 a los Celtics de Boston.